Los ojos de la mayoría presente estaban en ellos.
Sonrisas burlonas y gestos serios se veían en sus rostros.
El de Terruce no era la excepción; en cambio, en el de Charles había mofa debido a una reacción al deshacerse prestamente de su contacto.
Flash back
Yendo de regreso a casa algo lejos de ahí, Archivald, en su asiento, iba sumamente callado. Y debido a la molestia que también se le notaba, el conductor preguntó:
— ¿Qué sucede?
— Nada.
— ¿Por nada estás enojado?
— ¡Tú bien sabes por qué lo estoy, así que, no te hagas el tonto y preguntes!
— ¿Es por Terry?
— ¿Crees que no me di cuenta ¡cómo lo veías!?
— Arch...
Éste alejó la mano que se pretendía tocar. Y para hacerlo calmar se le dijo:
— Él ya es cosa del pasado.
— A mí no me lo pareció. Tuviste la misma reacción cuando me lo presentaste.
— ¡Vaya! Si estás celoso es porque me quieres. Pero para demostrarte que yo también y que Terry no significa ya nada, sólo porque me la debe, ahora que sé donde está, regresáremos allá para ponerlo en mal, ¿te parece?
— Sí, claro — ironía se escuchó. — Y de paso lo vuelves a ver. Lo haces huir, tú a buscar y el caso es que es el cuento de nunca acabar. ¿Por qué de una buena vez no lo dejas en paz?
— No puedo perdonarle que me haya rechazado — para no decir que lo hacía para mantenerlo alejado.
— Pues mientras no lo hagas, yo...
— ¿Qué?
— Ya no estoy seguro de tus sentimientos. Y lo mejor será que tú y yo...
— ¡No! — Charlie gritó y rudamente giró el volante para hacer detener el auto sobre el acotamiento y suplicar: — Por favor, no lo digas ni mucho pienses en dejarme.
— Futuro no tienes conmigo. Así serías libre para seguir persiguiendo tu obsesión.
— No. De verdad te quiero a ti.
— Entonces, demuéstramelo.
— ¿Cómo? — fue la pregunta antes de unirse los dos en un beso; pero en lo que uno se entregaba sincero, el otro maquinaba perversamente.
Su plan de divorciarse de Cande para unirse con alguien que le diera todo derrochadamente, había salido a la perfección.
A Archivald, originario de Michigan y huérfano, le tomó años encontrar al adecuado.
Cuando Charles apareció, Cornwall no contó con que una extraña infección iba a apoderarse de él debilitándole su cuerpo en cada segundo que vivía.
Perdón verdaderamente sí fue a solicitar. Sin embargo, toparse con el hombre que su pareja no podía olvidar y que en los cajones de un escritorio de oficina había todo tipo de información referente a él, lo llenó de celos y dijo lo que no debía.
Pero pensándolo bien, sí le convenía que Cande se relacionara con Terruce para que Sanders se desilusionara de una vez y lo nombrara en vida su heredero universal. Así que, se lo pidió. Charles aceptó con la condición de hacer una última visita.
El lunes no pudieron asistir porque Archivald amaneció indispuesto.
Una vez llegado el martes y muy de madrugada, usando otro vehículo allá se dirigieron.
Con el portero del edificio donde vivía Cande, la pareja pidió información que les fue negada.
A la salida, Charles hubo divisado a Terruce caminando por la acera contraria.
Escondiéndose, los elegantes matrimoniados aguardaron a que cruzara la calle.
Al verlo ingresar a la tienda, emprendieron sus pasos para darle alcance en el interior del lugar.
Fin de flash Back
— ¡¿Qué demonios haces aquí?! — reaccionó un fiero Terruce.
Ninguno de los presentes se movió porque querían escuchar:
— Como me encanta presenciar tus arranques furiosos de macho cada vez que me ves, vine a visitarte. ¿Tiene algo de malo hacerlo?
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Oculta Pasión
FanficEl amor es así: reservado; y él, además de escondido, lo tenía por ella, la cual con solo mirarla lo hacía temblar. Qué será cuando estén frente a frente. Escrita y primera vez publicada: Febrero, 2014. Reedición y republicación: Junio 2023.