Oculta Pasión

Capítulo 7: Parte A

Gran parte del país norteamericano estaba siendo bañado por la lluvia de cálidos rayos provenientes del hermano sol.

Aquella mansión —levantada en la cima de la colina y rodeada de lagos— tampoco era la excepción, viéndose dentro de la enorme piscina de agua tibia, a un hombre, el cual, con dificultad, daba sus brazadas al intentar alcanzar el borde de granito de un metro de ancho.

Otro hombre —vistiendo ropas blancas que le seguía desde afuera y con termómetro en mano—, le daba la indicación de hacer un último esfuerzo al estar cerca de su meta.

No obstante, al ver que aquel cuerpo se hundía en la profundidad, enseguida de haberse gritado — ¡No puedo más! — en un perfecto clavado ingresó a la alberca para sacarlo.

Ya estando a flote, el que se aventó preguntaba al frustrado nadador:

— ¿Estás bien?

— S-sí — contestó agotado el auxiliado sacando los brazos para apoyarlos en el borde del estanque.

Al esconder la cara entre ellos escuchaba:

— ¿Qué pasó?

— D-de repente... sólo sentí que nada me respondía.

Con eso dicho, el rescatista ágilmente salió del agua para extender su mano y sacarlo por completo.

Cuando el par se conducía al área de camastros uno de ellos pedía:

— Por favor, no vayas a comentar nada de esto y a él mucho menos.

— Pero...

— Entiende —, se detuvieron para escurrirse un poco; — no quiero angustiarle más.

— Está bien — se contestó. — Haré como pides. Ahora, ven, recuéstate y descansa un rato.

— Quisiera ir de una vez a mi habitación.

— Como desees.

Del respaldo de una silla, se tomó un elegante albornoz; y sobre unos hombros masculinos se colocó yendo los dos hombres hacia el interior de esa lujosa mansión.