ANGELA
Me desplomé en la cama, demasiado cansada para secarme el pelo después de la ducha. En cuanto mi cabeza tocó la almohada, una oleada de cansancio me golpeó.
Parecía que dirigir la Gala me había costado mucho más de lo que pensaba, incluso con la ayuda de Zoe.
Me hice un ovillo, apretando una almohada contra mi pecho mientras miraba el horizonte de Nueva York.
¿Por qué me sentía tan insatisfecha?
Repasé la noche en mi mente.
La Gala resultó ser exactamente como la había imaginado. Fue increíble lo bien que nuestro plan sobre el papel se plasmó en la realidad.
Cierto, el corte de luz fue muy estresante, pero gracias a la rápida reacción de Zoe, la Gala fue un éxito aún mayor que antes.
Había salvado mi relación con Zoe, y sentía que nuestra relación podía ser más fuerte que nunca.
Hannah Flintour se había enamorado de nuestra ejecución y rapidez de pensamiento, y básicamente nos había garantizado que seríamos los primeros en saberlo si planeaba otro evento.
Entonces, ¿qué me faltaba?
Suspiré, sabiendo exactamente lo que era.
Xavier no estaba allí.
Papá no estaba allí.
Lucas, Em y Danny no estaban allí.
Pensé en que apenas había sacado tiempo para visitarlos, sacrificando el tiempo en familia para poder centrarme en mi carrera. Tenía esa horrible sensación de distanciamiento, la sensación de que la vida los alejaba cada vez más de mí.
Mi carrera también fue una fuente de tensión entre Xavier y yo.
Mi maravilloso marido quería formar una familia conmigo, y esa idea me hacía brillar de alegría. Mi estómago se revolvía nervioso ante la idea de llevar un bebé dentro, pero sabía que era algo que tanto Xavier como yo deseábamos.
Había estado realmente obsesionada con la organización de eventos, consumida por el siguiente trabajo.
Resoplé y me di la vuelta, echándome la manta por encima de la cabeza y aislándome del resto del mundo.
Me encantaba la organización de eventos. Realmente era así.
El reto fue gratificante. La sensación de satisfacción al ver que el trabajo duro y la planificación daban sus frutos fue increíble.
Pero no significaba tanto eso suponía tener que alejarme de los que más quería.
Quería poder compartir mi pasión con ellos, no elegirla por encima de ellos.
Tiré las mantas y me senté, con un fuego ardiendo en mi interior.
Mis relaciones se habían resentido a causa de la Gala, pero eso no significaba que no pudiera recompensarlas.
Y eso empezaba con Xavier.
XAVIER
Debería decírselo a Angela.
Me quedé mirando el suelo de nuestro ascensor privado mientras me llevaban a nuestro ático. Había pasado el día en la oficina hablando con los miembros de la junta, tratando de calibrar el estado de ánimo de los ejecutivos antes de la votación en la reunión.
No pintaba bien.
Me encontré de todo, desde miradas desinteresadas hasta simpatía.
Ni siquiera necesitaba hablar con Henry. Sabía a qué atenerme.
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UNA PROPUESTA INMORAL
RomantikXavier Knight tiene claras que dos cosas garantizan la excitación de una chica: los coches deportivos y el dinero. Él tiene ambas. Cuando un escándalo le obliga a casarse con Angela Carson, una don nadie sin dinero, deduce que es una cazafortunas y...