XAVIER
No sé qué me pasó cuando decidí visitar a la familia de Angela en Acción de Gracias.
Tal vez fue una curiosidad morbosa.
Tal vez quería ver cómo era la familia de una cazafortunas.
Quizá ensuciarla para poder echarla de la ciudad antes de que llegara el temido día de nuestra boda.
Pero todo lo que me encontré fue un momento incómodo alrededor de una mesa y una comida de mierda.
Tomé otro bocado de pavo, consiguiendo de alguna manera mantenerme serio.
Por mucho que lo empapara en salsa, seguía sintiéndose como si le diera un mordisco al puto desierto del Sahara.
—¿Más relleno?
Levanté la vista para encontrar al hermano mayor ofreciéndome otra cucharada de estiércol. Evidentemente, intentaba ser educado, pero sabía que lo estaba forzando.
Podía sentir la hostilidad que se desprendía de todos ellos.
—Por favor —dije, extendiendo mi plato para más relleno insípido—. Mis felicitaciones al chef
—Al menos alguien se acordó de traer la tarta —comentó el otro hermano, intentando llenar el silencio—. Podrías habernos dicho que lo ibas a traer, Angie.
—Quería que fuera una sorpresa —Angela se atragantó.
—Bueno, y fue una de las grandes —murmuró el padre. Me miró fijamente y yo le devolví una sonrisa falsa. Definitivamente, le pesaban mucho los años. Parecía que acabara de salir del hospital.
—¿Cómo os conocisteis? —gruñó.
—Es una historia divertida, en realidad. —Le dediqué a mi prometida cazafortunas una sonrisa de dientes afilados-. Pero Angela la cuenta mejor que yo.
Inmediatamente se puso roja como la remolacha. Su cara parecía haber sido cocinada en un horno durante demasiado tiempo. Hurgué en el trozo de carne seco que tenía en el plato.
Estoy seguro de que puedes identificarte, pobre bastarda.
—Nos conocimos de forma inesperada...
Me senté y escuché cómo Angela contaba la historia de cómo nos conocimos en un lugar de mala muerte. Contribuí con asentimientos, sonrisas y una o dos carcajadas en los momentos adecuados.
No estoy seguro de lo que esperaba encontrar al ir a casa de Angela.
¿Una guarida de serpientes?
¿Una familia gitana itinerante de estafadores?
Esperaba que trataran de adularme. Que me hicieran la pelota, que intentaran halagar al pez gordo que su hija había atrapado en su cadena de mentiras.
Pero por lo que pude ver, parecían una familia aburrida y normal. Eran sobreprotectores y estaban preocupados por su preciosa hija y hermana. A sus ojos, ella no podía hacer nada malo.
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UNA PROPUESTA INMORAL
RomanceXavier Knight tiene claras que dos cosas garantizan la excitación de una chica: los coches deportivos y el dinero. Él tiene ambas. Cuando un escándalo le obliga a casarse con Angela Carson, una don nadie sin dinero, deduce que es una cazafortunas y...