Capítulo 43: Una vieja llama

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"Conversación WhatsApp"

PENNY
Hey

Soy Penny

XAVIER
Lo sé

Tengo tu número guardado...

PENNY
Oh cierto😅

¿Estás en casa?

Necesito ir

XAVIER
Pensé que habías dicho
que no íbamos a follar más.

PENNY
No para eso...

Joder... ¿Tienes que hacer que todo sea incómodo?

XAVIER
¿Qué quieres entonces?

PENNY
Estoy buscando algo

"Fin de la conversación"

XAVIER

Maldita sea. Lo último en lo que quería pensar era la jodida Penny ahora mismo. Y no me refería a joder como a follar. Sino como un puto adjetivo.

Asi.

Pero supongo que no tenía más remedio que dejarla venir si realmente se había dejado algo aquí. Eso o sólo estaba buscando otra excusa para meterse en mis pantalones.

Eso estaba aún por determinar.

Ahora que había aprendido la verdad sobre Angela -sobre el ángel que realmente era- y después de nuestra cita con la pizza, que fue una de las mejores noches que había tenido en meses, no tenía ojos para ninguna otra chica.

¿Tenía mi polla antojos de seguir picando de aquí y de allá? Claro, pero estaba haciendo todo lo posible para resistir la tentación. Angela claramente no era este tipo de chica. Llevaría tiempo conquistarla.

Y llevarla a mi cama.

Por la noche, me encontraba fantaseando con ella y con lo que podría ser desnudarla.

Me mataba saber que estaba a pocas puertas y que no podía tocarla.

Un Knight multimillonario como yo no estaba acostumbrado a no conseguir lo que quería. Pero por una vez, tendría que aprender a ser picante.

Angela valía la pena.

Cuando escuché el sonido del ascensor, me preparé. No caigas en la tentación, Xavier. Ni siquiera es tan buena en la cama. Sólo dale lo que quiere y sácala de aquí.

Pero cuando las puertas se abrieron y vi a Penny allí plantada, me sorprendió lo malditamente guapa que estaba.

Recordé la sensación de aporrearla, las palmaditas en ese jugoso culo, el sabor de su sudor mientras le mordía el hombro...

—Hola, Xavier —dijo ella, sonriendo—. Me alegro de verte.

No se dio cuenta de mis pensamientos mientras se inclinaba para darme un medio abrazo. Sentí la presión de su pecho a través de su gran jersey de lana.

UNA PROPUESTA INMORALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora