El Ascenso De La Humanidad

Capitulo 102: Derrota rápida

En las calles devastadas de Aurelia Prime, el sonido de las explosiones y el estruendo de las armas pesadas resonaba sin cesar. Las tropas de la 1ra División Solar de Infantería, lideradas por el Coronel Thorne, se habían atrincherado en los escombros de la ciudad, esperando la orden para lanzar un contraataque masivo que recuperara el control de la capital. Con las primeras luces del amanecer filtrándose a través del humo y el polvo, esa orden finalmente llegó.

Coronel Thorne: (con voz firme a través del comunicador) "¡Soldados, es hora de retomar lo que es nuestro! ¡Avanzamos ahora!"

Las tropas, desgastadas pero decididas, se pusieron en movimiento. Con una precisión calculada, los pelotones de la 1ra División avanzaron por las calles estrechas, utilizando las ruinas como cobertura mientras disparaban en ráfagas controladas contra las posiciones tecnofanáticas. Los tecnofanáticos, atrincherados en edificios derruidos y detrás de vehículos destruidos, respondieron con ferocidad, pero la 1ra División había aprendido de las batallas previas. Moviéndose en formación, y con el apoyo de francotiradores en posiciones elevadas, lograron abrirse paso, ganando metro a metro en una guerra urbana brutal.

Soldado de la 1ra División: "¡Fuego concentrado en la barricada, vamos, vamos!"

El fuego cruzado era intenso, pero la determinación de las fuerzas solares era mayor. Las trincheras enemigas fueron tomadas con granadas de pulso y asaltos coordinados, y los tecnofanáticos, pese a su fanatismo, comenzaron a retroceder ante la embestida.

Justo cuando la resistencia tecnofanática parecía más feroz, una serie de estruendos pesados anunciaron la llegada del apoyo tan esperado: la 8va Escuadra Meca Pesada, liderada por el Capitán Raine, irrumpió en el campo de batalla. Estos colosos de metal, máquinas de guerra de varios metros de altura, avanzaron a través de las calles destruidas, con sus cañones automáticos y lanzacohetes montados disparando sin cesar.

Capitán Raine: (transmitiendo a la 1ra División) "Aquí la 8va Escuadra Meca, avanzamos hacia el objetivo. ¡Cúbranse y sigan nuestro paso!"

Los mecas comenzaron a disparar sus cañones de plasma hacia las posiciones tecnofanáticas más fortificadas, desintegrando las barricadas enemigas en un instante. Los lanzacohetes montados en sus brazos lanzaron misiles guiados que impactaron en los vehículos blindados tecnofanáticos, volándolos en pedazos antes de que pudieran causar más daño.

La combinación de la infantería y los mecas fue devastadora. En una intersección clave, un grupo de tecnofanáticos había colocado una batería de cañones antitanque que había detenido temporalmente el avance. Sin embargo, uno de los mecas de la 8va Escuadra, un modelo MX1, se adelantó, absorbiendo el daño con sus escudos reforzados. Mientras el meca resistía el fuego enemigo, sus compañeros flanquearon la posición y destruyeron la batería con una ráfaga concentrada de misiles.

Soldado de la 1ra División: (con asombro en la voz) "¡Esos mecas son imparables! ¡Vamos, sigamos avanzando!"

Con cada posición enemiga que caía, el impulso del contraataque aumentaba. Las fuerzas tecnofanáticas, aunque luchaban con desesperación, no podían contener la arrolladora ofensiva combinada. La 1ra División Solar de Infantería, apoyada por los mecas de la 8va Escuadra, logró finalmente abrirse camino hasta el centro de Aurelia Prime, donde la resistencia tecnofanática comenzó a desmoronarse.

Las últimas bolsas de resistencia fueron barridas en combates cuerpo a cuerpo, mientras los mecas aseguraban las avenidas principales, destruyendo cualquier vehículo tecnofanático que intentara escapar o contraatacar.

Al final del día, la ciudad, aunque en ruinas, estaba nuevamente bajo control. Los estandartes de la 1ra División Solar ondeaban en las pocas estructuras que aún quedaban en pie, y las fuerzas tecnofanáticas que habían intentado tomar la ciudad yacían derrotadas o dispersas, incapaces de reorganizarse para un contraataque.