El amanecer del segundo día del contraataque en el continente secundario de Haland trajo consigo una atmósfera pesada y cargada de tensión. Tras la liberación de Ferroa, las fuerzas de la Federación habían ganado un respiro, pero la victoria era solo temporal. Los informes del frente indicaban que la Confederación de Comercio no había tardado en reorganizar sus legiones de droides, desplegando aún más refuerzos y, lo peor, artillería pesada.
En las trincheras recién ganadas, los soldados de las dos divisiones Centurianas, las dos divisiones Solares, y la división local se reagrupaban. Sus cuerpos agotados y cubiertos de polvo, pero sus espíritus aún firmes. El cielo, teñido de rojo por el amanecer, parecía un mal presagio de lo que estaba por venir.
El Capitán Grim, al mando de la 4ta División Blindada Centuriana, observaba con el ceño fruncido el horizonte, donde el enemigo se preparaba para su próximo movimiento. A su lado, el Gobernador de Ferroa, Toric, se mantenía en estrecha comunicación con el Almirante Keller Oron a bordo del Resolute, que coordinaba el apoyo aéreo desde la órbita.
"Las fuerzas enemigas se han reforzado. Tenemos informes de grandes concentraciones de artillería pesada en el flanco oeste y en el centro de su línea", dijo Grim, pasando la mano por su barbilla, claramente preocupado. "Están tratando de atrincherarse para resistir cualquier nuevo asalto, y además han desplegado más droides Buitre en los cielos. Nuestras fuerzas aéreas están en serios problemas".
Oron, cuya imagen parpadeaba en el holo-comunicador, asentía con gravedad. "Mis pilotos están siendo sobrepasados. Los Ala-Y y los Ala-X tienen dificultades para operar con tantos droides Buitre. Si no logramos despejar el cielo, el avance terrestre estará en serios problemas."
Grim, siempre pragmático, intervino. "Necesitamos que la artillería pesada de la Confederación se neutralice cuanto antes. Si no, ni siquiera nuestros Baneblades podrán avanzar. Sugiero una operación de infiltración rápida para destruir sus posiciones de artillería con nuestras unidades más ágiles. Debemos atacar sus baterías y crear una brecha en su defensa."
Grim, tras una breve pausa, asintió. "Hazlo. No podemos permitir que este contraataque fracase."
Cuando el sol comenzó a elevarse por completo en el cielo, las fuerzas de la Federación avanzaron nuevamente. Sin embargo, esta vez no había sorpresa, y el enemigo estaba preparado. El estruendo de los cañones de la artillería de la Confederación resonaba en la distancia, y las explosiones comenzaron a arrasar las filas de infantería y blindados de la Federación.
El avance se volvió caótico. Los soldados se lanzaban al suelo o buscaban cobertura en los cráteres y las trincheras, mientras las explosiones barrían el terreno. Las dos divisiones Centurianas, conocidas por su dureza y disciplina, seguían adelante, pero incluso ellos sentían la presión. Las divisiones Solares y la división local, menos experimentadas, sufrían aún más, con grandes pérdidas mientras trataban de ganar terreno.
Los Baneblades de la 4ta División Blindada Centuriana intentaban avanzar, disparando con sus cañones pesados para abrirse paso entre las líneas enemigas. Cada disparo enviaba a decenas de droides B1 volando en pedazos, pero las olas de refuerzos enemigos no dejaban de llegar. Los droides B2, más resistentes, seguían atacando implacablemente, apoyados por los tanques AAT de la Confederación que disparaban desde posiciones fortificadas.
Mientras tanto, el cielo sobre Haland se había convertido en un campo de batalla propio. Los droides Buitre llenaban el aire, hostigando a los escuadrones de Ala-X y Ala-Y, quienes luchaban por mantener el control aéreo. Cada vez que un Ala-Y intentaba realizar una pasada de bombardeo, era inmediatamente interceptado por uno o dos Buitres, forzando a los pilotos a maniobras evasivas.
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El Ascenso De La Humanidad
Fiksi IlmiahDespués de que el mundo pasara por una terrible pandemia global la cual acabó con decenas de miles de vidas de todas las clases sociales y no solo eso si no que también el daño que dejó fue a a tal grado que dejó a decenas de países en quiebra. Las...