Capitulo 28: alto el fuego

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Hace dos años Adeptus Prime fue traicionado por su viejo aliado. Sin embargo hace dos semanas él mismo en persona se comunicó con Marus en un campo de asteroides con sus hombre leales a la causa autobot dejando en claro cual la causa de la traición de aquel día. Él le confesó que nunca fue su intención el haber provocado esa masacre aquel día a sus fuerzas él solo quería que Rakanon no se convirtiera en una planeta más asolado por la guerra y el fuego de la destrucción y que sus cuidades fueran arrasadas por el fuego Decepticon. Pero pagó un precio alto. Su creación no fue creada, pero fue esclavizada y tuvo que ver como varios de sus amigos y compatriotas eran enviados al frente a morir como carne de cañón por los Decepticons y ver como sus pobladores trabajaban sin descanso en la producción de nuevos Cibertronianos para la causa Decepticon y eran enviados a morir en masa.

En ese punto se preguntó que es lo que había hecho y se había valido la pena el haber traicionado a su fiel compañera aquel día. Alguna vez fueron hermanos, y ahora era momento de retomar esa alianza. El problema era que las fuerzas Decepticon eran muy numerosas ante ellos y los refuerzos autobots muy escasos por ende no podían lanzar grandes ofensivas. Al menos que consigan aliados externos y fue ahí cuando Adeptus le dio conociemto de su plan y de que haría para retomar el control del plantea.

Marus solo tendría que prepararse con sus fuerzas para el momento decisivo de la batalla que sería cuando la flota invasora estuviera en la orbita. Le contó ya que no contaba con las estaciones y Primus le quitó el control de todos los sistemas defensivos del planeta y solo le dio control de una cuidad al norte del planeta. Podría usarla en la ofensiva terrestre. Pero aún tenía fuerzas leales en las demás cuidades. Podría iniciar revueltas que concluyeran en un ataque rápido donde los Decepticons no tendrían oportunidad. Pero Adeptus debía prometerle a Marus que los refuerzos serían suficientes para llevar a cabo dicho plan.

Adeptus se lo dejó en claro, los refuerzos serían tantos que ayudarían a iniciar una nueva ofensiva autobot que llegaría hasta Cibertron y que esta vez no serían derrotados en la ofensiva.

Una vez la reunión terminó Marus partió con su fuerza de reconocimiento al planeta sin decir nada de la fuerza que estaba escondida de Adeptus y de su plan ni de la fuerza de invasión que se aproximaba.

En ese momento habían al menos unas 40 naves Decepticons y al menos unos 20mil efectivos militares en el planeta. Sin embargo Marus convenció a Primus de que dicha fuerza era demasiado exagerado para servir de guarnición a tan solo 5 o 10 naves que intentaban casi siempre atacarlos. Ya los habían repelido recientemente por ende esas fuerzas serían más útiles en otras zonas del frente. Primus lo pensó bien y tenía razón podía parar un ataque de Adeptus con su flota personal y unas cuantas naves de guarnición. Así que optó por enviar al grueso de sus fuerzas a otra zona del frente que estaba más activa y estancada. Tanto fuerzas terrestres como espaciales. Dejando tan solo unas 10 naves de guarnición más su fuerza personal y unos 3mil efectivos en tierra.

Cabe aclarar que el planeta cuenta con una población de 60mil Cibertronianos los cuales todos saben combatir. Pero no son tan expertos en combate, son más bien ingenieros o cosechadores de energon, o mineros que militares. Sin embargo sabían pelear bien. Todo esto sucedió dos semanas antes de la ofensiva aliada.

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