Capitulo 40: Toma de la cuidad

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En este punto las defensas restantes de la cuidad fueron silenciadas incluidas las de la torre donde se atrincheraba el líder Decepticon de la cuidad.

Y el resto de las cañoneras desembarcaron en la cuidad sus tropas de asalto y estas se abrían paso por toda la cuidad en sus lugares estratégicos y algunos se posicionaban en lugares los cuales ayudaban a montar una defensa formidable y los Decepticons sencillamente no lograban pasar.

Seguido a esto el apoyo aéreo por parte de los Ala-X ayudaba bastante a reagruparse para que se lanzara el asalto final hacia el fuerte enemigo el cual era atacado constantemente por los Ala-X.

Algunos escuadrones tipo devastadores se encontraban en los clase consular y estos aterrizaron en zonas de cráteres provocados por los bombarderos orbitales.

Desplegando a sus devastadores y ayudando en el asalto y defensa de las posiciones de las fuerzas de asalto.

Uno de estos escuadrones se desplegó en una calle angosta posicionando al enemigo en cuello de botella fácil de defender, las bajas enemigas rápidamente se sumaban y los cadáveres se hacían ver. En la parte norte de la cuidad los Decepticons no lograban penetrar las defensas de los humanos, sus cañones de plasma y rifles de aceleración lineal derribaban a los Decepticons fácilmente y sus posiciones estaban bien defendidas por un robusto poder aéreo.

Por otro lado en la zona del centro los dos comandantes de ambos escuadrones se preparaban para atacar la cuidad en una maniobra de asedio.

Rodearon todas las posibles entradas y las baterías de asalto de los meces ruguieron y con ello derrumbaron las murallas de la cuidad y estos rápidamente se llenaron con Decepticons que habrían fuego respondiendo al fuego enemigo.

La cuidad una vez más estaba incendiada por las framas de la batalla. Hace no mucho con el bombardeo orbital la cuidad estaba en llamas. Pero los sistemas emergencia respondieron bien ante la situación.

En este punto un nuevo ataque concentrado por parte de los Ala-X con sus bombas de protones ligeras destrozaron una parte del fortín.

El líder de la cuidad indignado por lo que estaba viendo se reunió con su compañía personal y se lanzó al asalto. Varios de sus guerreros fueron interceptados en el aire. Como sabía que la cuidad no resistiría decidió lanzar un ataque suicida con la intención de provocar el mayor daño posible.

Aún así los devastadores entraron en la cuidad, tomando posiciones lentamente y de manera coordinada reduciendo las bajas al mínimo. Los Decepticons estaban siendo derrotados en su propio terreno una vez más.

En las afueras del fortín, la compañía personal del líder de la cuidad había sido prácticamente aniquilada tan solo quedaban 2 de los 10 que eran y claro si contamos al líder de la cuidad el cual no se rendía y seguía batallando, su moral era alta y este se negaba a ser derrotado por enemigos que él consideraba inferior.

En ese momento uno de los mecas salió a la lucha y enfrentó cuerpo a cuerpo al enemigo.

Ambos lucharon ferozmente y con rapidez mientras era apoyado por el fuego de su infantería.

El meca recibió varios golpes y en múltiples ocasiones este fue arrojado hacia las paredes de los edificios en la cuidad.

Si bien este era más alto que el meca y con eso, su superioridad en fuerza se hacia notar. Hasta que en un ataque de impulso rompió con él enemigo la distancia rápidamente y con dos golpes decisivos en el rostro y un remate en el pecho de su arma de plasma en la mano izquierda rompió con la defensa del enemigo. Este al recibir tal daño cayó al suelo y fue vencido. El resto de su compañía se retiró después de eso.

El fortín caí con cada piso que tomaban los humanos, los escuadrones de devastadores eran fuertes y causaban perdídas como sus armas pesadas.

Si bien la defensa era robusta, el equipo de devastadores los hacía pagar caro cada baja que sufrían.

Al final del día el último Decepticon cayó en el piso superior del fortín cuando un meca lo derribó con su arma de plasma. Dando por terminada la batalla en esta cuidad, el resto del ejército Decepticon huía despavorido hacia las llanuras.

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