El Ascenso De La Humanidad

Capitulo 91: Primeras escaramuzas

Marte, 27 de diciembre del año 3081: El Inicio de la Guerra Civil

El sol marciano apenas despuntaba en el horizonte, tiñendo el cielo con un tenue resplandor rojizo, cuando la calma que había envuelto a Marte durante los últimos meses se rompió de manera abrupta. El 27 de diciembre, fecha que quedaría grabada en la historia como el día en que Marte se sumió en el caos, comenzó con un ataque coordinado y devastador.

En Olympus Mons, la capital de Marte y su ciudad más imponente, el día iniciaba como cualquier otro. Las calles bulliciosas, llenas de comerciantes, ingenieros y colonos, se vieron repentinamente sacudidas por una serie de explosiones. Las detonaciones resonaron en la enorme cúpula que cubría la ciudad, lanzando escombros por los aires y sumiendo a la población en el pánico. Los Tecnofanáticos, un grupo extremista que había ganado fuerza en los últimos meses, se adjudicaron los ataques casi de inmediato, mediante transmisiones holográficas que interrumpieron todas las comunicaciones oficiales.

En las principales arterias de la ciudad, columnas de humo se alzaban hacia el cielo, marcando los lugares donde las bombas habían detonado, destruyendo edificios gubernamentales, centros de comunicaciones y estaciones de transporte. Los sistemas de defensa de Olympus Mons, aunque poderosos, fueron sorprendidos por la precisión y magnitud del ataque. Las fuerzas de seguridad, lideradas por la Guardia del Gobernador Valen, rápidamente se movilizaron, pero ya era demasiado tarde para evitar el desastre inicial.

En Nueva Helio, otra de las grandes ciudades de Marte, el escenario era igualmente caótico. Este núcleo industrial, conocido por sus plantas de procesamiento de minerales, se convirtió en un campo de batalla cuando los Tecnofanáticos lanzaron un asalto directo a las instalaciones de producción de energía. Sin electricidad, las defensas automatizadas quedaron inactivas, y las fuerzas leales al gobierno se encontraron luchando en la oscuridad, sin poder coordinar adecuadamente sus movimientos. El ataque fue tan rápido y letal que muchas de las fuerzas de seguridad no tuvieron tiempo de responder antes de ser completamente sobrepasadas.

Tharsis, una ciudad más pequeña ubicada en la región montañosa del planeta, también fue blanco de los ataques. Aquí, los Tecnofanáticos desplegaron fuerzas terrestres, aprovechando el terreno accidentado para emboscar a las fuerzas de seguridad. Los túneles subterráneos de Tharsis, que durante décadas habían servido para la minería, se convirtieron en rutas de infiltración para los rebeldes. En cuestión de horas, Tharsis pasó de ser una próspera comunidad minera a un campo de batalla, con los ciudadanos atrapados en medio del fuego cruzado.

En las zonas periféricas y colonias rurales de Marte, la situación no era mejor. Los ataques se extendieron hasta los asentamientos más remotos, donde la resistencia era mínima y la confusión máxima. En pequeñas comunidades agrícolas, las torres de comunicaciones fueron las primeras en ser destruidas, dejando a los colonos completamente incomunicados. Muchos de estos asentamientos dependían de los suministros de las ciudades principales, y con las rutas de transporte interrumpidas, el aislamiento comenzó a cobrar un precio inmediato. Las granjas y las viviendas fueron incendiadas, y los colonos, incapaces de defenderse, huyeron hacia las zonas más desoladas del planeta, buscando refugio donde pudieran.

Mientras tanto, en el Cuartel General del Gobernador Valen en Olympus Mons, la situación era desesperada. Rodeado por su equipo de seguridad, Valen observaba los monitores que mostraban los ataques en tiempo real. Los informes de las ciudades y colonias llegaban a cuentagotas, pero lo que estaba claro era que Marte había caído en el caos total. “Nos han superado en estrategia, en preparación,” murmuró Valen, con una mezcla de incredulidad y furia. “Debemos reagruparnos, llamar a las fuerzas de la Federación. Esto ya no es solo una revuelta, es una guerra civil a gran escala.”

La respuesta fue inmediata. El Almirante Dormund, al mando de la Séptima Flota Solar, que estaba en órbita alrededor de Marte, comenzó a coordinar los movimientos de las tropas leales, ordenando ataques quirúrgicos contra las posiciones tecnofanáticas más expuestas y asegurando los puntos estratégicos que aún quedaban bajo control del gobierno.