El Ascenso De La Humanidad

Capitulo 92: Primeras maniobras

Puerto Espacial de Olympus Mons, Marte

Las nubes de polvo rojizo se levantaban en la atmósfera marciana cuando las cañoneras LAAT atravesaban los cielos, escoltadas por formaciones de cazas Ala-X. A lo lejos, la majestuosa silueta de Olympus Mons se erguía como un gigante adormecido, dominando el paisaje. Pero lo que alguna vez fue un símbolo de la potencia industrial de Marte ahora era un campo de batalla en erupción. Explosiones y disparos de bláster iluminaban la superficie, creando una cacofonía mortal que resonaba en los radios de los pilotos y soldados.

Capitán Reeves, líder de la primera unidad de asalto, sintió cómo su cañonera LAAT descendía hacia la plataforma de desembarco del puerto espacial principal. La tensión era palpable entre sus hombres. A través de las pequeñas ventanas laterales, podían ver las columnas de humo y fuego que se elevaban desde la base de la capital. Los tecnofanáticos estaban por todas partes, y las comunicaciones llenas de ruido estático y gritos de pánico lo confirmaban. Sus cuerpos cibernéticamente modificados, adornados con cartas explosivas adheridas a sus extremidades y torso, los hacían parecer más máquinas que hombres. Estos soldados fanáticos estaban listos para inmolarse en nombre de su oscura fe tecnológica.

"¡Aseguren la zona de desembarco!" gritó Reeves cuando su cañonera aterrizó bruscamente, el sonido de los blásteres resonando contra las puertas de la nave que se abrieron con un golpe seco. El polvo se arremolinó alrededor de los soldados que se desplegaban en la plataforma. Al instante, fueron recibidos por una lluvia de fuego enemigo.

Los tecnofanáticos se lanzaron hacia adelante desde sus posiciones ocultas, sus movimientos rápidos y deshumanizados. Los explosivos adheridos a sus cuerpos destellaban con un brillo siniestro mientras se acercaban peligrosamente a las fuerzas de la Federación Humana. Algunos lograron detonar cerca de las posiciones de los soldados de Reeves, creando explosiones ensordecedoras que levantaron escombros y gritos de dolor en el aire.

“¡Fuego concentrado en los objetivos prioritarios!” ordenó el capitán mientras sus hombres se dispersaban, formando líneas defensivas. Los rifles bláster escupían fuego continuo, pero los tecnofanáticos seguían avanzando, movidos por una mezcla de fervor y programación.

En ese momento, las cañoneras LAAT, equipadas con sus cañones de pulso y misiles aire-tierra, se elevaron nuevamente, alineándose para realizar un ataque de supresión. Desde las nubes de polvo y fuego, los Ala-X se lanzaron en picado, sus blásteres láser gemelos disparando hacia las líneas enemigas. Los disparos de precisión cortaron a los tecnofanáticos por la mitad, mientras los misiles impactaban en sus posiciones de retaguardia, destruyendo sus puntos de control y vehículos de apoyo.

El puerto espacial se llenó de explosiones secundarias mientras las cartas explosivas adheridas a los tecnofanáticos eran detonadas antes de que pudieran alcanzar a las tropas de la Federación. Las ondas expansivas sacudieron el terreno, pero los soldados de Reeves mantuvieron su posición. Con el apoyo aéreo de los Ala-X, que realizaban pasadas a baja altura, y las cañoneras LAAT que proporcionaban cobertura, la marea de la batalla comenzó a cambiar.

Teniente Corbin, liderando su escuadrón de Ala-X, realizó una maniobra arriesgada, girando en un ángulo agudo para realizar un último barrido sobre la zona. "Marcando objetivos para misiles de precisión," informó a través del comunicador. Sus misiles golpearon con precisión quirúrgica, eliminando los últimos reductos de los tecnofanáticos en el puerto espacial.

Finalmente, tras un último estallido de fuego y una última carga suicida, los tecnofanáticos fueron completamente eliminados en la zona. Las cañoneras LAAT regresaron a la superficie, desembarcando refuerzos y comenzando la consolidación de las posiciones recién ganadas. El puerto espacial principal estaba asegurado, pero la batalla en Marte estaba lejos de terminar.