sistema tecnológico en la actualidad ( 399 - ??? )

cap 437 & 438

Capitulo 437
FAFO

En otras partes del mundo, la paz aún no se había restablecido completamente.

En Estambul, uno de los agentes de la policía estaba colocando esposas aturdidoras a uno de los manifestantes caídos cuando otro, que se había "rendido" antes, se levantó y le lanzó un tubo de metal en la cabeza. Pero, para total sorpresa del manifestante, el casco no sufrió ningún daño mientras que el tubo cedió. Después de todo, cuando algo duro entra en contacto con algo increíblemente duro, lo duro pierde.

El LEA terminó de esposar al prisionero, luego se puso de pie y se giró para encarar al manifestante que le había lanzado el tubo. El hombre lanzó el tubo doblado hacia la cara del LEA, pero el brazo del robot disfrazado se movió increíblemente rápido cuando atrapó el tubo y liberó una carga de taser de su palma. La sacudida hizo que el manifestante soltara el tubo y el LEA levantó rápidamente su pistola de carga y lo aturdió a quemarropa, luego lo arresto y pasó al siguiente manifestante caído sin decir palabra.

En Novograd, Rusia, alguien atacó a los agentes de la ley con un cóctel molotov, pero éstos ignoraron por completo las llamas parpadeantes en su cuerpo y aturdieron a su atacante. En Kandahar, un agente de la ley ignoró por completo un ataque suicida de un insurgente que conducía una camioneta cargada de explosivos. En otros lugares, también fueron atacados con vehículos, pero los vehículos inevitablemente perdieron la competencia contra los auxiliares de las fuerzas del orden, que parecían tanques ambulantes.

Habían demostrado ser inmunes a explosivos improvisados, explosivos comunes, balas, automóviles, camiones e incluso, en un caso, un camión volquete cargado con cerca de 14 toneladas de grava.

En todo el mundo, dondequiera que se desplegaran los agentes LEA, los manifestantes se sentían atemorizados ante su avance inexorable. Todo lo que lanzaban contra los robots era en vano, pero la precisión de las pistolas de carga de los agentes y la facilidad con la que podían aplicar esposas aturdidoras incluso a los prisioneros que se resistían era desalentadora, por decir lo menos. En promedio, un agente LEA sujetaba a un manifestante cada diez segundos, y la mayor parte de ese tiempo lo pasaba caminando de una persona a otra mientras repelía ataques que de otro modo habrían causado daño a los manifestantes capturados, lo que habría dado una muy mala imagen para el gobierno naciente.

A medida que más y más manifestantes caían abatidos por las cargas aturdidoras, los agentes de policía recibieron autorización para comenzar a brindar primeros auxilios a los heridos mientras esperaban que los evacuaran a las unidades médicas más cercanas, que, irónicamente, estaban en los mismos cubículos hacia los que se habían dirigido esos mismos manifestantes con la intención de destruirlos. Todo el proceso estaba muy reglamentado: un agente de policía clasificaría a los heridos y otros cinco los trasladarían a grupos separados en función de la gravedad de sus heridas. Era un proceso que los primeros intervinientes y los especialistas en traumatología habían perfeccionado durante mucho tiempo cuando trabajaban en incidentes con víctimas en masa sobre el terreno, y que ahora se estaba poniendo en práctica.

Se estaban llevando a cabo acciones similares en todas las ciudades que se encontraban a una distancia razonable de un cubo. Y dado que vivían en la era de Internet, el proceso se estaba transmitiendo en vivo por miles, si no decenas de miles, de cuentas. Incluso las personas que habían usado su subsidio para comprar gafas de realidad aumentada se estaban sumando a la acción de lookieloo. Nova y Panoptes no solo no bloquearon esas transmisiones, sino que las promocionaron.

Las personas en el fondo que habían pensado que podrían abrumar al imperio recién formado con una fuerza numérica absoluta en un ataque coordinado a nivel mundial, ahora estaban descubriendo cuán equivocados y delirantes eran al haber pensado eso alguna vez.