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cap 755 & 756

Capitulo 755
Negotiating IV

Se podía ver a Aron revisando el nuevo acuerdo básico propuesto por el Cónclave sin apenas cambios de expresión. "Lo aceptamos", dijo, una vez que terminó de leerlo, sin molestarse en sugerir ninguna modificación.

"Es bueno que podamos estar de acuerdo en algo" dijo Liasas, con un tono tranquilo pero sin sorprenderse por la aceptación de Aron. Después de todo, el acuerdo básico favorecía al imperio más que a las fuerzas del Cónclave, que no tenían otra opción que cumplir. A pesar del frente unido del Cónclave, sus miembros seguían siendo muy individualistas y las civilizaciones más fuertes necesitaban una justificación para arriesgar las vidas de sus mejores luchadores.

Su razonamiento era simple: cuanto mayor era el riesgo, mayor era la recompensa. Como resultado, las civilizaciones más débiles, que apenas lograban sobrevivir después de sufrir pérdidas significativas, se quedaron con una porción menor de los beneficios. Sin poder de decisión para desafiar esto, se vieron obligadas a aceptar lo que se les ofrecía, y su situación era evidente, pues se aferraban a los últimos vestigios de beneficios.

Sin embargo, lo que realmente sorprendió a Liasas fue la aparente autoridad de Aron para tomar decisiones por todo el imperio por su cuenta, sin consultar a nadie. En cambio, ella tenía que transmitir constantemente información a la red mental y esperar la opinión colectiva antes de poder tomar decisiones incluso menores sobre los acuerdos. Le parecía extraño que una civilización tan avanzada como la suya pusiera tanto poder en manos del negociador.

Aún más desconcertante era el hecho de que su imperio parecía carecer de cualquier capacidad mental aparente que pudiera dar sentido a la conducta mostrada por el negociador. Hasta donde ella podía ver, no había señales de telepatía, conciencia compartida o cualquier forma de conexión mental, solo mentes que estaban bien protegidas, al menos hasta el límite de los aspectos básicos que probaron, lo que se hizo con un solo individuo y había fallado.

"Lo que queremos a cambio de aceptar este acuerdo básico si ganamos", comenzó Aron, "es permanecer fuera del Cónclave como aliados independientes, al tiempo que establecemos un acuerdo de libre comercio sin aranceles ni bloqueos impuestos contra nosotros". Presentó la demanda como parte de los términos del imperio para el acuerdo básico, que requería que todas las civilizaciones presentes votaran a favor durante la asamblea general del Cónclave para que fuera aprobado.

Aron entendió que no podía pedir nada demasiado excesivo en esta etapa, especialmente porque la otra parte había utilizado su parte del acuerdo básico para reducir los beneficios de los miembros más débiles.

Así pues, optó por mantener el equilibrio y devolver el favor con la misma moneda. Su verdadero enfoque se centró en los acuerdos individuales más importantes, donde se producirían las verdaderas negociaciones. Allí podría conseguir los beneficios sustanciales que buscaba, sin perder tiempo en asuntos triviales en las discusiones de grupo más amplias. Por ahora, la simple exigencia de mantener la independencia y al mismo tiempo conseguir un acuerdo de libre comercio era más que suficiente.

La propuesta de Aron fue transmitida rápidamente a los líderes de cada civilización para su aprobación, ya que las demandas requerirían un compromiso a largo plazo de sus gobiernos, lo que significa que los verdaderos líderes debían estar de acuerdo con ellas y no los representantes actuales.

La discusión avanzó rápidamente y, como se esperaba, los miembros acordaron que, si el Imperio Terrano ganaba la contienda con la mayoría especificada, se concederían las demandas básicas.

Los dirigentes veían poco riesgo en la propuesta incluso si lo imposible sucedía y perdían, gracias al tratado de libre comercio podían inundar el imperio con productos más baratos de los que el propio imperio podía producir, aplastando la economía del imperio antes de que pudiera crecer y causando problemas.