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cap 545 y 546

Capitulo 545
The Wedding Planners

Félix miró a Aron con cara de incredulidad. "Hombre... sé que eres el emperador y que estás por encima de nosotros, simples plebeyos, pero... ¿en serio?" preguntó sorprendido mientras pasaba la mano por delante de él y cerraba el archivo que había estado leyendo.

"¿Cuál es el problema esta vez?" replicó Aron, poniendo los ojos en blanco.

"Tienes menos de diez amigos. ¡Diez! ¿No te convierte eso en el miembro de la realeza menos sociable de la historia del mundo? ¡Y! ¡Y! ¡La mitad de ellos son las personas que conseguiste para que fueran los directores ejecutivos de tus empresas mediante contratos mágicos!" se burló Felix.

Continuó bromeando: "¿Puedes siquiera considerar esa amistad? Y además de mí y Sarah, ¿no tienes amigos de tu época en la escuela?"

"Parece que has olvidado cómo empezó todo. Tú y Sarah sois las únicas dos personas que me acompañaron cuando Rottem Morgan montó en cólera y me expulsó con falsas excusas después de que demostré públicamente que estaba equivocado. Así que, por muchas que tenga ahora, ¡siguen siendo más de dos!" Aron golpeó juguetonamente el brazo de Félix, lo que hizo que hiciera una mueca de dolor y se lo frotara. "Eso significa que es una ganancia neta, de todos modos. ¿No deberías felicitarme por mis asombrosas habilidades sociales?" Adoptó una pose arrogante y miró a su amigo con desdén.

"¿Ah, sí? ¿Alguna vez has pasado tiempo con alguno de ellos sin que fuera necesario que estuvieran presentes? ¿Hmm?"

Aron se quedó en silencio, pensando en los últimos años y tratando de recordar si alguna vez había pasado algún tiempo libre con sus otros "amigos" fuera de las reuniones de la junta directiva o eventos formales. Al no encontrar ninguna ocasión que pudiera recordar, se dio cuenta de que solo había pasado tiempo con ellos cuando era necesario que estuvieran con él y sus hombros se hundieron un poco.

Sarah le dio una palmada a Félix en la nuca y él se dio la vuelta y le hizo pucheros. “Ya basta, ustedes dos. Pórtense bien”, dijo.

Los tres amigos se quedaron en silencio por un rato, luego Aron dijo: “Pero tengo más de quinientas personas a las que puedo invitar a mi boda”. Miró a Félix y Sarah con una sonrisa que destilaba arrogancia fingida y verdadero orgullo. “¿Y qué hay de ustedes dos? ¿TÚ tienes quinientas personas a las que puedas invitar a tu boda?”

Sarah se sonrojó hasta el pecho. Llevaba una camiseta sin mangas con tirantes finos y tenía la piel clara, típica de Irlanda, por lo que el rubor era muy evidente. “¡¿Q-qu-qué boda?!”, balbuceó.

Félix también tartamudeó algo, pero no pudo pronunciarlo.

Aron miró a sus amigos y se rió, habiendo anotado otro punto en el prolongado juego del trío, en el que intentaban provocarse mutuamente hasta quedarse sin palabras. Le arrojó otro archivo a Félix y lo mostró en una pantalla holográfica frente a él.

"¿Qué es esto?" preguntó Félix. El archivo que le había lanzado Aron se llamaba guest_list.qd y, en efecto, tenía más de quinientos nombres ordenados cuidadosamente en categorías según la cercanía de Aron con ellos.

Echó un vistazo a la lista y frunció el ceño sutilmente. "¿Por qué invitaste a las tropas de ARES a tu boda?" preguntó. "¿Esperas un ataque? Quiero decir, puedo entender que invites a John, ya que es un ministro, y por supuesto que invitarás a funcionarios del gobierno de suficiente rango... Pero ¿qué pasa con el resto? Si alguien va a causar problemas en tu boda, tal vez deberías celebrarla en la simulación en lugar de en la realidad."