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cap 533 y 534

Capitulo 533
The End of the Beginning is the Beginning of the End

La égida del emperador era la mejor de lo mejor en las égidas, y bien merecía su título como la fuerza especial más elitista bajo el paraguas de ARES. Aunque su entrenamiento se centraba principalmente en la defensa, un hombre sabio dijo una vez que la mejor defensa era un buen ataque. Por supuesto, nadie supo exactamente quién dijo eso por primera vez, y los entrenadores deportivos y estrategas militares de todo el mundo afirmaron que provenía de uno de sus antepasados, pero quien lo dijo fue un hombre increíblemente sabio.

Por lo tanto, la égida del emperador también era incomparable en todas las áreas. Podían realizar operaciones de contrainteligencia con la gracia de un nyxiano, operaciones militares especiales con la facilidad de un Reaper y seguían siendo el escudo más fuerte que se interponía entre Aron y aquellos que querían atacarlo.

Así que capturar a unos cuantos cultistas aterrorizados fue para ellos tan fácil como beber agua o chasquear los dedos.

Veinte minutos después de haber capturado a los últimos cultistas que huían, regresaron a la base subterránea, donde los prisioneros fueron puestos en las celdas de detención para que Aron experimentara con ellos.

......

Aron entró en la sección de prisión de la instalación y miró a su alrededor. A primera vista, no parecía diferente del resto de la base, con líneas rúnicas que brillaban suavemente en patrones fractales incomprensibles en las paredes, pero estas eran diferentes. Las habían colocado con la intención de detectar, atrapar y rastrear cualquier maná que viniera de cualquier fuente que no fuera él.

Entró en la primera celda, donde un hombre desnudo estaba atado a la pared con abrazaderas en las extremidades superiores e inferiores y alrededor del cuello, el pecho y la cintura. Aron hizo un gesto con la mano y una runa de renovación voló hacia el prisionero, despertándolo de su sueño inducido.

El hombre miró a su alrededor, girando la cabeza de izquierda a derecha, y entonces se dio cuenta de que lo habían capturado. “Por favor, por favor”, suplicó, “no hice nada. Lo juro, no hice nada... ¡AAAAAAAGH!” Se estremeció cuando veinte mil voltios atravesaron su cuerpo desde las ataduras.

Las pistolas Taser tenían una potencia de entre cincuenta y ochenta mil voltios, dependiendo del fabricante y de si estaban destinadas a uso civil o gubernamental. Sin embargo, las pistolas Taser no solo incapacitaban a su objetivo, sino que también lo dejaban inconsciente. Por lo tanto, el voltaje que Aron estaba aplicando al miembro del culto encarcelado era mucho, mucho menor; infligiría dolor, sin dejar daño duradero y sin dejarlo inconsciente.

"¿Qué quieres?" gritó el hombre con la voz quebrada.

"Quiero ver qué pasa" respondió Aron con calma.

"¿Q-qué pasa cuando?"

“Cuando te suicidas.”

El hombre se quedó estupefacto. No tenía intención alguna de suicidarse. “¡No quiero morir!”, gritó.

En ese momento, una luz violeta brilló en sus ojos y su expresión se relajó. Dejó de forcejear y sacó la lengua, con la intención de mordérsela y desangrarse hasta morir.

[Entendido, señor], le dijo Nova a Aron.

“¿Necesitamos algo más de esto?”, respondió Aron.

[No. Pero se necesitarán más muestras para nuestra trampa y rastreo.]

"Menos mal que tenemos repuestos" dijo con frialdad, y luego se volvió hacia el prisionero. "Por crímenes contra la humanidad, por la presente lo condeno a muerte. La sentencia se ejecutará de inmediato."