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cap 643 y 644

Capitulo 643
...With a Provisional Solution

Pasaron las horas mientras George y Birch negociaban, sentados en una mesa que ella había hecho crecer para ese propósito específico.

"¿Qué quiere decir con ciudadanía «provisional», Lady Birch?"

"No podemos prometer una entrada plena y duradera al imperio como sociedad auxiliar sin antes conocer al mismísimo emperador al que juraríamos lealtad, ¿verdad, señor Stefanopolous?"

"Bueno, si lo pones así... no, es una petición poco razonable." George reflexionó un momento y luego continuó: "Muy bien, puedo aceptar eso en nuestro acuerdo provisional."

"¿Cómo conocerás al emperador?" preguntó Ayaka. Ella estuvo de acuerdo en que la reunión sería de importancia crucial para ambas sociedades, pero la logística para facilitar tal encuentro sería una absoluta pesadilla. Incluso a la velocidad más rápida de sus naves, requeriría que el emperador de la humanidad estuviera ausente de la Tierra durante un año completo. Y eso sin tener en cuenta el tiempo que necesitaría pasar en Proxima Centauri b.

"No tenemos ni idea" respondió Birch. "Pero hasta que no lo conozcamos personalmente, no permitiremos que nuestros hijos mueran en sus conflictos."

"¿Y con qué criterios lo juzgarás?"

“Sea o no digno de nuestros sacrificios.”

Ayaka lo pensó un rato, pero como los criterios eran tan amplios, no podía hacer nada al respecto, así que no perdió mucho tiempo pensando en ello y cambió de tema. "¿Nos permitiría restablecer nuestras instalaciones de investigación en la superficie?" preguntó. La última vez no había ido del todo bien, entre la tormenta infundida con maná y los peligros que planteaban las raíces de los árboles. Así que sería una buena idea, pensó, si pedía permiso por adelantado en lugar de buscar perdón más tarde.

Como si pudiera leer las mentes, Birch sonrió y dijo: “No te preocupes. Nada te hará daño si decides reconstruir tu base aquí. La última vez fue un reflejo, como espantar una mosca zumbante. Esta vez, siempre y cuando no dañes voluntariamente el planeta, eres bienvenido a nuestro mundo”.

Ayaka le devolvió la sonrisa. "Gracias, Lady Birch. Y tengo que preguntar: la humanidad tiene una recreación virtual de la realidad a la que accedemos a través de nuestras mentes conscientes. ¿Tiene usted una estructura cerebral que le permita unirse a nosotros allí?"

"Eso requeriría un dispositivo más grande del que creo que tienes" se rió Birch. "Nuestra red neuronal está distribuida por todo el planeta, así que, a menos que tengas un dispositivo del tamaño de un planeta... ¿cómo lo llamó Joon-ho? ¿Una cápsula de realidad virtual?" Se quedó en silencio, pensativa, por un breve momento, y luego continuó: "De todos modos, a menos que tengas un hardware que pueda acomodar nuestro volumen, me temo que la respuesta es no."

Ayaka y Birch intercambiaron preguntas durante más de tres horas antes de que la conversación llegara a una conclusión satisfactoria y los dos acordaran reunirse nuevamente después de que el espinoso problema de criar a la primera generación de Proximans estuviera en camino de completarse.

"Siempre estoy disponible y vigilaré de cerca a mis hijos desde lejos", dijo Birch mientras se levantaba y extendía su mano hacia Ayaka para un apretón de manos.

Ayaka le estrechó la mano y observó cómo la mujer elfa de piel de corteza y cabello cubierto de musgo se transformaba de nuevo en un imponente abedul. Se pasó los dedos por el pelo y suspiró: "Es hora de ponerse a trabajar". Había mucho por hacer y no mucho tiempo para hacerlo.

Se dio la vuelta lentamente y echó un buen vistazo a su alrededor. "Joon-ho", pensó, sacudiendo la cabeza con una sonrisa irónica. "Sólo el Terrible Adolescente podría inventarse semejante mezcolanza de historia y mitología de la Tierra... Gigantes, ¿en serio?". Reprimió una risita y luego recuperó su expresión normal, neutral y agradable.