Capítulo 76

632 57 27
                                    

- Es que tengo que hacer una cosa de inglés y no me sale, estoy esperando a que vuelva mamá para que me ayude -le respondió la niña.

- Uy, pues yo eso sí que no -le dijo Ana que ni siquiera probó a ayudarla, pues sabía que Emma sabía más inglés que ella misma- tendrás que esperar, no creo que mamá tarde mucho en volver -comentó mirando el reloj- Y hablando de inglés, ¿tu ya te estás mentalizando para el próximo curso? -le preguntó.

- Sí, quiero ir al cole de mamá -asintió sin dudarlo ni un momento. Y es que desde que se le había puesto esa idea entre ceja y ceja, ya hacía algunas semanas, no paraba de insistirle a sus madres con el tema, para que viesen que realmente iba en serio- Y si lo dices porque no me salen los deberes, yo sé que ahora no sé mucho inglés, pero si voy allí podré aprender más -trató de convencer a su madre, quién a pesar de no haberse opuesto a ello, lo había estado cuestionado.

- No trates de convencerme por allí, que yo ya sé porque quieres ir a ese cole, ni inglés ni francés, guapa -soltó Ana negando con la cabeza al escucharla al ver cómo trataba de chantajearla con aquella excusa.

No era solo un motivo el que le hacía dudar a la madre sobre la elección de un centro para que su hija estudiara la secundaria, ni mucho menos, pero había algo que le preocupaba. Emma era muy poco disimulada, y había dejado bastante en evidencia que quería ir a ese colegio solamente porque allí estudiaba una amiga suya de la hípica, pero obviamente aquello no era una razón de suficiente peso para sus madres.

- Pues si no lo sabías el padre de Celine es francés y su abuela vive en París -respondió la niña vacilando a la madre con una sonrisa atrevida, lo cual Ana ignoró.

- Anda -rió Lucía al escucharla- ¿Quieres que te ayude yo con los deberes? -le propuso con la intención de dejar un rato tranquila a su suegra.

- ¿Sí? -se preguntó- Porfa -le pidió.

- Claro -asintió la chica- A ver, cuéntame, ¿qué tienes que hacer? -le preguntó mientras se la llevaba a un rincón de la mesa de la cocina.

- He hecho esta redacción, pero no sé si hay alguna falta -dijo sacando una hoja de su carpeta y dándole el trabajo que había hecho con la intención de que se lo revisara- Y tengo esto que no sé que es lo que hay que hacer -añadió dándole una ficha.

- Mira, aquí tienes que escribir las frases al revés, ¿ves que empiezan por el final? Pues tienes que completarlas para que diga lo mismo que arriba -le explicó mientras le ponía un ejemplo- ¿Lo haces mientras me miro esto?

- Ah, vale, así parece mucho más fácil -comentó la niña mientras se ponía manos a la obra con aquello y Lucía se ponía a leer lo que había escrito.

Le gustaba mucho hacer cosas con ella, siempre había sido su predilecta, pero poder ayudarla con los deberes era de lo más satisfactorio. Como a todo el mundo, le gustaba sentirse útil, y más con la gente que más quería.

- Mira el caso que te ha hecho, anda que se te da bien eso de ser profe -comentó Ana mientras veía a ambas concentradas- ¿No te habrás equivocado de carrera? -bromeó.

- Mami, tu también eres profe y está estudiando lo mismo que tú -le recordó Emma pensando en la estupidez que era lo que acababa de decir su madre.

- Hija, no es lo mismo. Ser profe en la universidad es muy distinto que serlo en el colegio -le dejó claro, aunque solo lo había sido en uno de los dos sitios- Yo con una clase llena de niños me volvería loca -sentenció sin dudarlo ni un instante.

- Pues tienes una casa llena de niñas -comentó Emma dejando escapar una pequeña risa burlona por debajo de la nariz.

- ¿Y no me ves? -respondió Ana desesperada.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora