Capítulo 12

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- Hola mamá -saludó a la salida del colegio Emma a su madre con mas efusividad de lo habitual.

- Pero que contenta estás -comentó la rubia sorprendida, pues sí que era verdad que normalmente salía contenta de allí, pero la madre se olió de inmediato que algo le hacía estar así de feliz- ¿Ha pasado algo bueno? -se interesó.

- No, solo es que estoy emocionada por el cumple de Cloe -respondió la morena con una gran sonrisa en la cara.

Tampoco fue de extrañar, no era ningún secreto que Emma era muy detallista y le encantaban las sorpresas, recibirlas, pero también y sobretodo prepararlas. Y no era la única feliz por aquello, Lola e Inés llevaban pensando todo el día en la tarta de cumpleaños que iban a comer.

- ¡Ah! ¿Así qué es eso? Ya decía yo... -comentó Mimi al escucharla relatando aquello tan feliz- Pues venga, vamos para casa que tenemos mucho trabajo -comentó llevándose a toda su tropa.

- Mamá, yo quiero hacer la tarta -le pidió Lola mientras iban hacía casa tratando de convencerla, pues ella misma era consciente de que era un poco desastre con aquello y tal vez no le dejaban meter mucha mano en la receta.

- Ya veremos... -respondió la rubia que no quería ya empezar a discutir- que la última vez que hicimos una tarta ya sabes que pasó -le recordó.

- Se quemó un poquito -comentó Inés que se acordaba perfectamente del disgusto que se había llevado aquella tarde de unas semanas atrás.

- ¿Un poquito? -le preguntó Sofía riendo- Estaba negra, no pudimos aprovechar nada, la tuvimos que tirar entera.

- Ya, pues desde ese día que tengo antojo de comerme un bizcocho -dijo Emma algo apenada, y es que ese día ella también quedó  disgustada por el percance que hubo en la cocina.

- Ay, pobrecita -la vaciló un poco Sofía, porque la verdad era que en esa casa nadie pasaba hambre y de caprichos también iban todas muy sobradas.

- Aparte de la tarta también hay que poner los globos -comentó la madre- ¿Quién me va a ayudar? -preguntó tratando de ganarse a las pequeñas para que no enredasen en la cocina, pero  nadie respondió- ¿Nadie? -insistió mirando a las dos niñas.

- Ya te ayudó yo mamá -respondió Emma que ya le estaba empezando a dar pena que nadie quisiese hacer aquello con ella.

- No, tu haz la tarta conmigo -reaccionó rápido la hermana mayor- Y estas dos que hagan la decoración con mamá -añadió diciendo lo que su madre no se había atrevido a decir por si había lloros por parte de sus hijas.

- Qué no, yo quiero la tarta Sofía -se quejó Lola amenazando con enfadarse.

- Ay, bueno, pues la tarta -aceptó la chica sin querer llevarle la contraria.

Era muy difícil hacer cambiar de ideas a Lola, quién era bastante cabezota, y al fin y al cabo tampoco había ningún motivo para negarle colaborar con la tarta, si es que tanta ilusión tenía en ella, así que entre todas acordaron que las cuatro harían la tarta y su madre lo supervisaría todo, para asegurarse de que habría tarta a la hora de comerla.

- Chicas, me he dejado lo más importante -irrumpió Mimi en la cocina, donde sus hijas ya estaban empezando a preparar la tarta, tras rebuscar entre sus bolsas donde guardaba todo lo que había comprado para la fiesta y no dar con ello.

- ¿Las velas? -se preguntó Emma.

- Exacto, no hay velas -les informó la madre.

- Jo, yo quiero -se quejó Inés haciendo un puchero.

- Pero no puede ser un cumple sin velas -añadió Lola convencida de que no podían quedarse sin ellas.

Mimi pensaba lo mismo, así que debía ir a comprarlas sí o si, ya que esa era la única opción que había en ese momento. Pensó en llevarse a las tres pequeñas con ella, pero eso convertiría una salida de diez minutos en una salida de una hora, y no se lo podían permitir, así que fue a lo más práctico.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora