Capítulo 112

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- Y bueno, esta será tu taquilla, aquí tienes la llave -dijo la mujer dándosela para que pudiese abrirla en cuánto quisiese- ¿Qué te ha parecido? -le preguntó sin dejarle ni un segundo para procesar toda aquella información- Sé que hay muchas aulas y seguramente los primeros días andarás un poco perdida, pero ya verás que pronto te acostumbras y estás como en casa -la animó al ver su cara de evidente desconcierto.

- Sí, la verdad es que esto es muy grande -respondió Lucía mientras observaba su alrededor. Estaban en medio del vestíbulo, y desde ese punto parecía que el pasillo fuese infinito- Me voy a quedar con el mapa, seguro que lo voy a necesitar -añadió mientras guardaba en su carpeta la hoja de papel que le había dado unos minutos atrás.

- Si quieres puedes dejar tus cosas aquí, coge solo lo que necesites para la clase -le sugirió al ver que iba demasiado cargada- Rocío debe estar a punto de venir, lo que pasa es que esta mujer siempre llega tarde -bromeó tratando de romper un poco el hielo.

Estaba acostumbrada a tratar con chicos de prácticas, era la secretaria de secundaria y siempre había sido la encargada de darles la bienvenida. Y sí, todos se comportaban exactamente igual que Lucía, era entendible. Aquello aún era demasiado grande para alguien que ni siquiera había terminado sus estudios, pero siempre había que haber una primera vez. Esa era la suya.

- Hola, ¿nuestra chica de prácticas? -irrumpió segundos después la profesora en cuestión.

- Ella es, ¿te la quedas tú? -respondió está queriéndose retirar ya hacía su despacho, pues tenía trabajo que avanzar.

- Sí, yo me encargo -la disculpó Rocío- Encantada, esto... -balbuceó mientras miraba en el papel que sujetaba con su mano izquierda- Lucía -dijo cuando finalmente pudo encontrar su nombre.

- Igualmente -asintió la chica aún más tímida.

Cierto era que aquella mujer tenía cara de pocos amigos, aunque hasta ese momento no había demostrado ser antipática, sino todo lo contrario. Aún así, era inevitable sentir cierta presión, pues al fin y al cabo era lo más parecido a una jefa que tendría allí dentro, y eso imponía.

- Hay que ver, ¿eh? Cada año sois más jóvenes o yo más vieja, no lo sé -bromeó- Vamos a ver, te traigo un regalo, este es tu horario -dijo mientras le daba la hoja de papel que traía en su mano- Cómo ves estás con tres profesores distintos, somos los del departamento de Geografía e Historia. La mayoría de departamentos se dividen la tarea por cursos, pero aquí todos tocamos todos los niveles -le explicó brevemente- Creemos que así nos podemos ayudar más y no es tan aburrido. ¿Te imaginas dar cada semana el mismo temario cuatro veces? Infumable -se respondió a sí misma.

- Pues sí, es verdad, pero entonces, ¿tu das clases en todos los cursos? -preguntó algo impresionada. Era cierto que aquello podía ser más divertido, pero también estaba claro que daría mucho más trabajo.

- Todos, de primero de la ESO a segundo de bachillerato, y te aseguro que no tienen nada que ver unos con otros -le respondió Rocío- Unos son unos niños y los otros prácticamente adultos, aunque todos tienen sus cosas buenas, y por supuesto, sus cosas malas -añadió sin querer asustar a la chica, pero queriendo dejar claro que aquello no iba a ser un paseo.

Si sus alumnos la conocían por algo, era por ser especialmente directa con lo que había. Era una profesora simpática, como casi todas las del colegio, pero también sabía ponerse seria cuando alguien se pasaba de la ralla o las cosas se ponían feas en el aula.

- Pero bueno, eso no es lo importante ahora... -se cortó a si misma antes de irse por las ramas- Lo que te estaba diciendo, vas a estar un mes con cada uno de nosotros, así podrás hacer un buen seguimiento de cada uno y conocer tres formas de dar clase algo distintas, ¿qué te parece? -le preguntó entusiasmada por aquello, prácticamente más que la propia Lucía, quién aún estaba tratando de asimilar toda la información.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora