Capítulo 165

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- Anda, pero sí tenemos una invitada -se sorprendió Ana al bajar de su habitación y encontrarse a su hija Naira merendando junto a su pareja- ¿Qué tal Sara? ¿Cómo van las clases? -le preguntó a la chica mientras procedía a hacerse el tercero café del día.

Tal vez hubiera sido algo más educado sentarse en la mesa con las chicas y destinar algunos minutos a tener una charla distendida con ellas, algo que solía hacer a menudo, pero ese no era el día indicado para algo así. La morena ya acumulaba alguna que otra noche sin dormir detrás de la boda de su hija mayor. Y no, para nada se había pasado la noche en vela para dejar listos los últimos detalles, es que simplemente los nervios que le producían esa cuenta atrás, ya le estaban empezando a pasar factura.

- Digamos que va -respondió Sara soltando una respuesta más que esperable de cualquier universitario medio. A nadie le gustaba hablar de las clases en su tiempo libre, y mucho menos con su suegra catedrática.

- Bueno, no me seas pesimista hija -se quejó Ana al escucharla- Tú si vas a clase y atiendes, ya tienes la mayor parte hecho. Eso sí, no te pongas a estudiar todos los exámenes la última semana o te vas a arrepentir, créeme -le aconsejó desde su amplia experiencia, no solo como alumna, sino como profesora- ¿Qué pasa, Naira? ¿Y esas risas? -se giró, dejando lo que estaba haciendo por unos segundos, para observar a su hija, quién no había podido aguantar más y acababa de soltar una pequeña carcajada mientras se tapaba la boca, tratando de no ser descubierta por su madre.

- Nada, nada -Naira disimuló como pudo, tratando de salvar la situación.

- Solo es que a veces no es necesario ir a todas las clases -añadió Sara con toda su inocencia y confianza, pensando que Ana tampoco se iba a molestar por ello, al fin y al cabo no era su madre y no le debía nada.

- ¿Ah no? -se preguntó Ana girándose de nuevo para coger la taza de café que se acababa de preparar y acercarse hasta la mesa, donde estaban las chicas- Tranquila, no te voy a decir nada, aunque supongo que ya puedes imaginar lo que pienso -añadió notablemente decepcionada antes de marcharse de la cocina.

Era obvio que no lo era. Sara no era su hija, pero Ana sentía y sufría por ella como si lo fuera. Hacía ya mucho tiempo que se preocupaba por ella, sobre todo por sus estudios, y ciertamente estaba muy frustrada con la situación. Y aunque sabía que no debía meterse en aquello, pero le resultó prácticamente inevitable.

- Joder -rodó los ojos Naira cuando su madre ya estuvo lo suficientemente lejos para no escucharla- Si es que es lo que te he dicho antes, lleva unos días que está que no se puede hacer ni decir nada, pero no te preocupes, que ya te digo que todo esto es por la boda -le aseguró a su chica para que no se lo tomase como algo personal, pues ciertamente sabía que no era así- De verdad que estoy deseando que se casen ya. Es que vaya, ya me dirás tú, casarse para que todo sean problemas, nervios y malas caras, pues para eso mejor no casarse -concluyó ya algo desesperada, y es que en entre unas y otras, todo aquello de la boda ya empezaba a hacérsele bola- Espero que nadie más se case en esta casa, porque yo no aguanto esto ocho veces -bromeó- ¿Qué pasa Sara? -le preguntó a su chica al darse cuenta de que no la estaba escuchando.

- Nada -negó la chica con indiferencia- Bueno, que me había quedado pensando en lo que no me ha dicho tu madre -le confesó tras unos segundos de silencio, pues ya era estúpido negar lo evidente, su chica ya se había dado cuenta de ello.

- Tú ni caso -respondió Naira sintiéndose algo responsable por lo sucedido- Mi madre tiene el nervio de meterse en donde no la llaman todo el rato y pensarse que todo el mundo es su hija, como si no tuviese suficientes ya -ironizó algo molesta con ella.

La morena sabía que tenía que aceptar que sus madres a veces no actuarían como ella hubiera deseado, y lo cierto era que hacía mucho tiempo que no tenían ningún desacuerdo con Ana, pero aquello de increpar a su novia no le hizo ni pizca de gracia.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora