Capítulo 149

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- Mami, yo quiero más -pidió Lola mientras levantaba su plato de la mesa para acercárselo a su madre.

- Primero termínate lo que te acabo de poner y luego si te quedas con hambre repites, ¿vale? -le respondió Ana sabiendo que, muy probablemente, si le ponía más macarrones esta iba a terminar dejando medio plato.

- Bueno -aceptó la rubia no muy satisfecha con aquello, pero sabiendo que no valía la pena enfadarse por eso.

- Ya podéis empezar, ¿eh? -comentó Mimi mientras se sentaba en su silla a modo de reproche a sus hijas, quienes no la habían esperado para comenzar con la cena.

- Perdón -se disculpó Emma- Es que están muy buenos -añadió dibujando una tierna sonrisa, pues sabía que aquello iba a alegrar a su madre.

- Gracias hija -asintió la rubia- Y vosotras dos, ¿qué? -miró a las mellizas algo desafiante- ¿Se puede hablar de la visita que hemos tenido esta tarde? -les preguntó.

Era evidente que las chicas estaban más calladas de lo habitual, probablemente porque estarían evitando hablar sobre lo sucedido con Paula. Y no, Mimi no las iba a obligar a hablar sobre ella, pero creía que por lo menos les debía una explicación de lo que había pasado.

- Sí, ¿no? -respondió Sofía mirando a su hermana.

- Claro -asintió Naira, pero sin dar el paso a hablar con ella.

- ¿Y quién lo cuenta? -les preguntó Ana, quien no se estaba perdiendo detalle de la conversación, ya que tenía las mismas ganas de enterarse de que su mujer.

- Pues nada, solo que ya nos volvemos a llevar con Paula -respondió la morena sin querer dar más detalles, pues tampoco consideraba que fueran necesarios.

- Así, por arte de magia, ¿no? -comentó Mimi levantando una ceja- ¿Ha pasado algo que nos hayamos perdido y podamos saber? -insistió queriendo conocer un poco más.

- A ver, es que cuando fuimos a la playa hace unas semanas la vimos allí con su madre -les explicó Sofía queriendo resumir lo sucedido- Aunque ese día no le dijimos nada -añadió.

- Es verdad, yo estaba con ellas y vino la señora esa a saludarnos -comentó Emma queriendo dar más veracidad a la historia.

- Sí, solo hablamos con Vicky -le dio la rubia la razón- El caso es que a Naira le dio un poco de pena verla sola y fue a verla a su casa unos días después -añadió dándole paso a su hermana.

Le había echado un cable, pero el resto de la historia era suya. Sofía quería que la chica contase por sí misma lo sucedido. No era nada malo ni de lo que avergonzarse, sino todo lo contrario, pero a la morena le daba un poco de pereza tener que recordarlo.

- Sí, bueno, es que me di cuenta de que quizás me iba a perdonar lo que le hice porque ya había pasado mucho tiempo -continuó Naira- Pero no es que ella me diese pena, lo que me dio pena fue la situación -quiso aclarar, pues creía que aquello sonaba un poco feo.

- Entonces, ¿te perdono? -dedujo Ana.

- Sí, cómo si nada, todo olvidado -le respondió la morena con una sonrisa y mostrándose algo más aliviada, sabía que después de eso ya no le iban a pedir más explicaciones.

- Pues me parece que lo has hecho muy bien Naira -comentó Mimi orgullosa de su hija- Lo ideal es pedir perdón en el momento, pero aun así es importante saber que nunca es tarde para ser valientes y hacer las paces -les recordó a sus hijas- ¿Me oís chicas? -insistió dirigiéndose a las más pequeñas.

- Pero mamá, yo hace mucho tiempo que ya no me peleo con mis amigas -respondió Lola algo ofendida y sin captar demasiado bien el mensaje.

- Pues yo nunca me he peleado con Lucas -añadió Inés.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora