Capítulo 156

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- Míriam, ¿me permites? -dijo Cayetana cuando ya entraba en el despacho de la directora, justo detrás de esta- Solo te robaré un minutito más -le aseguró.

- Claro -asintió la rubia tratando de disimular lo poco que le acababa de gustar aquello.

No iba a negarle la entrada a su despacho, ni mucho menos a hablar con ella, de lo que fuera, pero que hiciese aquello sin permiso le molestaba enormemente. Al fin y al cabo ese era su espacio personal dentro del colegio, y no le apetecía para nada que alguien no respetase esos límites.

- El próximo fin de semana celebramos el cumpleaños de mi Jacobo -le explicó entusiasmada- Trece añazos cumple ya, ¿eh? -comentó mostrándose orgullosa de su hijo.

- Ah -respondió Mimi sin saber muy bien el por qué le estaba contando aquello- Felicidades por la parte que te toca -añadió tratando de ser educada.

- Gracias Míriam -le agradeció la mujer- Quería decirte que Emma está invitada -le explicó, ya sacando de dudas a la rubia, pues aquello tenía mucho más sentido- Mi hijo no podía invitarla personalmente porque será una fiesta sorpresa, pero yo quiero que estén sus mejores amigos y parece que los nuestros han hecho muy buenas migas, ¿no? -comentó ilusionada por todo aquello.

Ciertamente Cayetana estaba muy metida en la celebración del cumpleaños de su hijo, a la vista estaba. Y aunque Mimi tampoco tragaba demasiado a esa mujer, a pesar de nunca haberlo querido admitir, como madre que era, no pudo evitar empatizar con ella.

- Sí, son muy amigos -respondió la rubia con una ligera risa, pues al igual que Ana, ella también se olía que, por lo menos su hija, sentía algo más por ese chico. Y para que mentir, a Mimi le hacían ilusión esas tonterías de amor adolescente- Seguro que Emma se apunta -le aseguró.

- Si quieres pueden venir tus otras hijas, las pequeñas -le ofreció creyendo que sería una buena idea, a pesar de ni siquiera saber como se llamaban aquellas niñas- Será algo en petit comité, pero así mi Jimena tiene alguien con quien jugar... -añadió dejando claro el motivo de aquella invitación.

- Ay, es que no creo que pueda llevarlas a todas y quedarme vigilándolas -se excusó la rubia pensando que lo mejor sería mantenerse al margen. Ni a ella le apetecía otra fiesta de cumpleaños en su agenda ni podía asegurar que alguna de sus hijas la liara en un evento de pijos de tal calibre- pero no te preocupes, a Emma seguro que la podemos acercar -añadió.

- Qué pena, con la ilusión que me hacía -reaccionó Cayetana algo exagerada, aunque aquello no preocupó lo más mínimo a Mimi, estaba más que acostumbrada- Pero lo entiendo, ¿eh? Una buena directora también necesita descansar para poder rendir bien en el trabajo -añadió sin el más mínimo rencor.

Obviamente que la rubia ni sus hijas pequeñas no pudiesen acercarse al cumpleaños de su hijo, no fue algo que le molestó. Cayetana quería tener buena relación con las madres de la amiga de su hijo, pero sobre todo con la directora del colegio, así que no le iba a poner la más mínima mala cara a esa mujer.

- ¿Y Ana? -se preguntó entonces Cayetana- Ella seguro que se anima, si nosotras ya somos como amigas de toda la vida -comentó dejando boquiabierta a Mimi.

- ¿Ah sí? -se preguntó esta extrañada, pues obviamente sabía que eso no era así, pero tampoco podía dejar mal a su mujer.

- Sí, claro -asintió la mujer- Hicimos muy buenas migas el día de tu presentación -le explicó completamente convencida de ello.

- Se lo comentaré entonces -asintió Mimi tratándose de aguantar la risa que aquella situación le estaba provocando- Seguro que le hace muchísima ilusión saber de ti -añadió irónicamente.

Once | ‪WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora