𝘚𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦

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。.。:+* ゚ ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゚ ゜゚ *+:。.。
𖥸



—Si mi suerte me sonríe un poco, podré pedirle a mi padre que me permita la editorial completa de la revista, ¿Te imaginas? Mis diseños en la revista más leída de todo Nueva York.— la neoyorquina sonrió ampliamente mientras tomaba un sorbo de su café favorito.

—Meh, no necesitas suerte. Con tu talento te basta.— el rumano se encogió de hombros, tomó su hamburguesa y le dio un buen mordisco. —Además, creo que deberías hacer un tipo... ¿Boceto, quizá? Para convencerlo.—

—¿Crees?— Olivia mordió el costado de su labio y Stan asintió. —No lo se...—

Olivia tomó otro sorbo mientras miraba hacia otro lado, pensando en las palabras del rumano.

Stan frunció el ceño.

—Algo te pasa.— afirmó igualmente tomando un sorbo de su bebida.

—¿Ah?— Olivia volvió a centrar su atención en el con un semblante confundido.

—Te pasa algo.— Stan volvió a afirmar. —¿Que es?—

Olivia frunció ligeramente el ceño y negó con rapidez, dejando su bebida a un lado.

—No se de que hablas, Stan.— se encogió de hombros con una sonreía mientras recargaba sus brazos en la mesa.

El rumano relamió sus labios y le reprochó con la mirada.

—Si sabes que no puedes mentirme ¿No? Te conozco desde los cinco años, Liv. A mi no me haces idiota.— Stan alardeó con arrogancia, elevando una ceja desafiante.

—No puedo hacerte algo que ya eres, Sebby.— Olivia hizo un tierno puchero, causando que Stan soltara una risita.

—¿Que tienes?— preguntó nuevamente mientras dejaba de reír igualmente.

Olivia suspiró con cansancio. El tenía razón, no podía mentirle a él, la conocía mejor que si misma.

—¿No le dices a nadie?— hizo una mueca, mirándolo con nerviosismo.

—Me ofende que me lo pidas, pero...— Stan elevó su dedo meñique para extendérselo.

Olivia sonrió al recordar que eso hacían cuando de niños se prometían no decir los secretos del otro. Enredó el suyo con el de Stan.

—Ahora si, ¿Que te pasa?— Stan preguntando aún teniendo su dedo meñique enredado con el suyo.

—Bueno...— Harrison mordió su labio. —Hace unas semanas me enteré de un concurso de escritura. Y... decidí entrar en el. Ayer entregué mi historia.— la menor de los hermanos Harrison sonrió sintiéndose apenada.

Stan abrió los ojos y de inmediato una amplia sonrisa apareció en su rostro.

—¿Un concurso de escritura? Nunca me habías dicho que escribías.— el ojiazul ladeó la cabeza con confusión.

—Casi no lo hago, solo en mi tiempo libre...— la de ojos grises respondió.

—Y... ¿Puedo saber de que trata tu historia?— Stan movió sus cejas con diversión.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora