𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘏𝘢𝘱𝘱𝘺 𝘦𝘯𝘥𝘪𝘯𝘨

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

Cuando la campana sonó, inmediatamente todos los estudiantes tomaron sus cosas para por fin salir de sus clases.

—Seb, vamos a ir a comer a un nuevo restaurante que acaba de abrir aquí cerca, ¿Te apuntas?— su amigo le preguntó, señalando detrás de él el grupo de estudiantes que esperaban la respuesta del rumano.

—Ah, no... lo siento, le prometí a Olivia que veríamos una película. Vayan ustedes.— el joven rumano sonrió colocando su mochila sobre su hombro.

El otro joven rodó los ojos.

—Como siempre, Stan haciéndole de niñero. Vámonos, estará muy ocupado cambiando pañales.— el joven negó y sin decir nada más se alejó junto con el grupo de estudiantes.

Sebastian frunció el ceño ante su comentario.

—Idiota.— susurró para si mismo.

Decidió ignorar aquel momento y salió de su aula para ir al otro lado del campus, donde su mejor amiga estudiaba ya que era dos años menor. La esperó fuera de su aula como siempre hacían al salir de clases para ir a casa juntos. Pasaron varios minutos, y nada. La joven nunca se apareció.

—Disculpa, ¿Sabes dónde está Olivia?— le preguntó a una de las estudiantes que salía del aula.

—¿Olivia...?—

Sebastian frunció el ceño y asintió con obviedad.

—Ah, ¿Harrison?— la joven cuestionó y el rumano asintió con rapidez. —No entró a clase.— respondió despreocupadamente y se alejó para seguir con su camino.

—¿Que...? ¿Como que no entró...?— trató de preguntarle pero la joven se alejó sin siquiera mirarlo. —Mierda...—

Sin dudarlo comenzó a buscar a su mejor amiga por todos lados, incluso el baño donde recibió miradas extrañas de las estudiantes, pero no le importó. Comenzaba a preocuparse ya que Olivia no solía faltar a ninguna de sus clases, era demasiado puntual y muy responsable en aquel aspecto.

Entró a la biblioteca del campus, con su mirada azulada aún buscándola sintiéndose más asustado poco a poco.

—¿Buscas a tu novia?— una voz llamó su atención.

Se giró con rapidez, encontrándose con aquella mujer mayor que se encargaba de la biblioteca.

—E-Es mi amiga, ¿La ha visto?— el rumano tragó con dificultad, la mujer suspiró al ver el terror en sus ojos.

—Está en el pasillo de libros de romance desde hace una hora.— respondió.

Sebastian le agradeció y rápidamente caminó entre todos los pasillos y libros, en busca de aquel pasillo que la mujer mencionó. El alivio se apoderó de él cuando reconoció a su mejor amiga, sentada en el suelo mientras abrazaba sus rodillas a su pecho y tenía su rostro escondido entre ellas.

—Liv...— jadeó al acercarse a ella e hincarse frente suyo.

Olivia no pudo contener un sollozo al reconocer su voz.