𝘉𝘪𝘳𝘵𝘩𝘥𝘢𝘺 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵

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.:+* ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゜゚ *+:.


Algunos días habían pasado ya. Para el había sido demasiado tiempo. Los días sin sentir su presencia, sin verla por los pasillos de la empresa, sin escuchar su voz, eran lentos. El tiempo pasaba demasiado lento mientras ella aún seguía profundamente dormida.
Su rutina cambió por completo, aún cuando no quería alejarse de ella ni un segundo, tenía que hacerlo para cuidar de sí mismo, comía, se daba un baño y de vez en cuando dormía en su cama aunque siempre terminaba durmiendo en el hospital. No pensaba estar lejos si algo llegara a suceder.

Claro que le preocupaba que ella haya estado inconsciente desde aquel terrible accidente, pero el doctor les aseguró que ella simplemente estaba recuperándose del gran golpe que recibió. No había mejorado ni empeorado, solo era cuestión de tiempo para que ella pudiera abrir esos ojos que el tanto extrañaba ver.

En las ocasiones en las que le permitían entrar a su habitación intentaba hablarle, decirle que la necesitaba aún cuando no estaba seguro si ella podía oírlo. Se moría de ganas de decírselo y por fin recibir una respuesta de su parte.

Abrió los ojos poco a poco y se quejó por el dolor en sus músculos, jamás se acostumbraría a dormir sentado en una sala de espera. Por lo menos podía decir que esta era exclusiva para los familiares de la chica.

Se percató de que la rubia dormía con su cabeza recostada en sus muslos, ella igualmente de vez en cuando se quedaba hasta altas horas de la noche solamente para acompañarlo. Paso sus manos por su rostro para quitar cualquier rastro de sueño, frente a él sus padres igualmente dormían en aquellos sofás.

Stephanie igualmente comenzó a despertar, removiéndose con el ceño fruncido.

—Te dije que no es necesario que te quedes todos los días.— la voz ronca del rumano llamó su atención.

Ella solo lo ignoró y buscó su teléfono con la intención de ver la hora. Elevó las cejas al ver la pantalla.

—Feliz cumpleaños.— murmuró sonriéndole perezosamente al ojiazul.

Sebastián solo elevó las cejas aún con sus ojos soñolientos. Con todo el estrés había olvidado completamente que poco a poco la fecha de su cumpleaños se acercaba.

—¿Como se siente tener treinta y uno, anciano?— la rubio rió levemente y se enderezó, levantándose de sus muslos para poder sentarse en el sofá.

Sebastián soltó un bostezo antes de responder.

—De la mierda.— sonrió sin muchas ganas.

La rubia negó rodando los ojos y se inclinó para besar su mejilla cariñosamente.

—Feliz cumpleaños. Te quiero.— murmuró sonriéndole cálidamente.

Sebastián le devolvió el gesto, jamás sabría cómo agradecerle por el apoyo que le brindaba sin esperar nada a cambio.

Conversaron hasta que amaneció por completo. Sus padres igualmente se despertaron y no dudaron en felicitarlo, prometiéndole que una vez aquella pesadilla acabase, lo celebrarían como siempre. Sebastián solo accedió, más no le importó mucho, no podía pensar en otra cosa masque en ella. Solo ella.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora