𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘗𝘢𝘴𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘵𝘦

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

El joven rumano se encontraba recargado en uno de los casilleros a un lado de la puerta de aquella aula. El maestro de su última clase había faltado así que tenía hora libre, no tenía nada mejor que esperar a que la clase de su mejor amiga terminara para poder irse juntos.

Por la pequeña ventanilla de la puerta podía verla sentada en su pupitre, escuchando con atención a su maestro mientras de vez en cuando escribía en su cuaderno.

—¿Por que tan solo, rumano?— una voz familiar interrumpió el silencio.

Dejó de mirar a su mejor amiga. Steph se acercaba a él con una sonrisa mientras cargaba su mochila en su hombro.

—Hopper no dió clase hoy. Estoy esperando a Olivia.— Sebastian le sonrió y la saludó al besar su mejilla como siempre hacia. —¿Y tu? ¿No tienes clase?—

—Si pero me tocaba con Charles, le dije que tenía una "emergencia de mujeres" y me dejó irme.— la rubia presumió encogiéndose de hombros.

Sebastián sonrió con diversión.

—Aborrezco al idiota. No deja de mirarme las piernas y el escote, por eso dejé de tomar su clase.—  Steph rodó los ojos con notable fastidio.

—¿Sigue haciéndolo?— el rumano no pudo evitar hacer una mueca de disgusto. La rubia asintió. —Lo hubieras mencionado antes, ahorita su auto estaría deshecho, tengo un bat en la cajuela de mi auto.—

La rubia solo sonrió mientras negaba.

—Lo tomaré en cuenta, Stan.— rió golpeando su hombro juguetonamente.

Sebastián le sonrió y regresó su atención a la chica quien seguía en su clase. Steph lo miró con curiosidad y se elevó un poco de puntas para poder mirar por aquella ventanilla en la puerta. Su atención también se posó en la chica.

—Hmmm, Olivia se ve muy bonita hoy... ¿Se hizo algo en el cabello?— preguntó mirándolo con una ceja alzada, la pequeña sonrisa divertida en sus labios esperaba su respuesta.

—Se lo cortó. Se ve preciosa.— el rumano murmuró sin dejar de verla.

Inconscientemente sonrió al ver como Olivia mordía su labio constantemente mientras escribía, una manía que tenía cuando estaba verdaderamente concentrada.

—Ah...— la rubia asintió intentando no reír al ver aquella sonrisa boba en su rostro. —Y... ¿Ya le dijiste que te gusta?—

—¿Que?— Sebastian rápidamente la miró con el ceño fruncido.

La rubia asintió con obviedad.

Sebastián no supo que decirle, solo dejó de mirarla y carraspeó un tanto incómodo.

La rubia suspiró con pesadez y rodó los ojos.

—No es por apresurarte, rumano... pero te la van a ganar. Olivia es una chica bonita y sencilla, algo poco común en este lugar.— afirmó buscando los ojos azules del rumano que se negaban a mirarla. —Que no te sorprenda si un tipo se le acerca y la invita a salir, hay mucho idiota aquí...—