𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘍𝘳𝘦𝘦𝘥𝘰𝘮

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

—"Aún cuando es de noche y nos encontramos hablando de las estrellas debajo de ellas, nada se compara con el brillo de sus ojos al hablar de los astros y las nebulosas en el inmenso universo en el que solo los dos parecemos existir. Parece no notar que me parece más fascínate como su mirada se ilumina, que todos esos planetas que quizá no sabemos de su existencia. Parece no notar que prefiero admirarlo a él, que admirar con un telescopio esas bolas de fuego a millones de kilómetros de nosotros."—

Sebastian no podía dejar de pensar en aquel hermoso poema que sin duda se volvió en su favorito de todos los que ella le ha leído. Aún le era difícil aceptar que Olivia lo consideraba tan importante como para expresar lo que sentía por el a través de su talento en la escritura. Después de unas cuantas horas comiendo y conviviendo con ella, ya conducía de regreso a su departamento.

Estacionó su auto en el estacionamiento del lugar. Olivia quitó su cinturón y estaba por bajar del auto, pero el rumano la detuvo.

—Espera...— tomó su mano.

Olivia sonrió con confusión y esperó a que dijera algo.

—Quiero un momento a solas antes de que Steph nos bombardeé con sus preguntas.— sonrió sin mucha gracia mientras quitaba su cinturón igualmente y la escuchaba reír.

—¿Que pasa?—

Sebastián sonrió ligeramente mientras su pulgar acariciaba su mano.

—¿La pasaste bien? ¿Te gustó la cena?— le preguntó sin dejar de mirarla.

Olivia sonrió ampliamente y asintió con rapidez.

—Me encantó. Muchas gracias.— le agradeció genuinamente, la emoción en su rostro lo hizo sonreír aún más.

El rumano la observó por unos segundos en silencio, para después sonreír de cierta forma. Olivia entrecerró los ojos co una sonrisa confusa.

—¿Por que sonríes así?—

—Porque no puedo creer que pase la mayoría de mi juventud sufriendo porque a ti te gustaba alguien más.— asintió lentamente con esa sonrisa cansada en sus labios.

Olivia rió.

—Te di muchas señales esperando a que las notaras, pero no. Estabas muy ocupado en tus celos.— negó entre risas. —Pensé que solo eras sobre protector con todas esas preguntas que me hacías sobre "el"—

—No. Quería vomitarme de los celos.— Stan suspiró con pesadez, haciéndola reír una vez más.

—Bueno, ya puedes descansar tranquilo. Ahora ya sabes la identidad secreta de ese chico misterioso.— la chica elevó una ceja con una sonrisa divertida.

—Bueno, ya que estamos confesándonos...— Sebastian relamió sus labios y se tomó una pausa para hablar. —Tu crees que cuando te besé hace todos esos años lo hice para hacerte sentir, pero no. Lo hice porque quería hacerlo, y después de eso... no dejé de pensar en ti todos estos años. Excluyendo lo del "chico misterioso"... ¿Sabes como los celos me comían vivo cuando no dejabas de hablar de Patrick? Cuando me contabas de las citas y los cumplidos que te hacía ese idiota... me moría de celos. Y digamos que con el tiempo se fueron esos sentimientos, pero... volvieron cuando conociste a Bill.—