𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘖𝘶𝘳 𝘩𝘢𝘱𝘱𝘺 𝘴𝘰𝘯𝘨

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡
𖥸

—¿Donde me dices que estudiaste?— el rumano Stan preguntó mientras miraba los bocetos sobre el escritorio.

—En una universidad en Londres, nací allá pero realmente la empresa de mi familia comenzó aquí, en Nueva York.— Katherine contestó con una sonrisa.

—Por lo que veo, eras buena estudiante. Este es genial...— señaló uno de los tantos diseños que Katherine tenía.

—Oh, te lo agradezco.— la británica sonrió con timidez. —¿Y tu? ¿Cuanto tiempo llevas trabajando aquí?—

—Años, literalmente. Mis padres son muy amigos de los Harrison y pues eso me ayudó un poco.— Stan se encogió de hombros.

—Ya veo. O sea que tú y Olivia...— Katherine trató de preguntar sin querer ser imprudente, pero quería quitarse esa duda, ya que aquel rumano de ojos azules y bonita sonrisa llamó su atención.

Stan esperó a que ella prosiguiera pero no fue así, ya que un toque en la puerta de la oficina de Evans la interrumpió.

Ambos centraron su atención en la entrada, encontrando a la menor de los hermanos Harrison.

—Lo siento, hola Katherine.— saludó a la británica quien le sonrió en repuesta. —Seb, ¿Podemos hablar?— se dirigió al ojiazul.

—Claro. Te veo luego, Kath.— Sebastian le guiño un ojo a la británica. Ella solo suspiró sin poder evitarlo y le dedicó una sonrisa encantadora.

Salió de la oficina para dirigirse hacia la de ojos grises.

—Oye, ¿Que es eso de "Te veo luego, Kath"?— Olivia simuló una voz grave con el ceño fruncido, imitando a nada más y nada menos que al rumano Stan.

Sebastian soltó una carcajada y mordió su labio inferior con una sonrisa, encogiéndose de hombros en el proceso.

—¿Que puedo decir? No me costó mucho hablar con ella.— respondió mientras ambos caminaban por los pasillos de la empresa.

—¡Uhh, Casanova!— Olivia bromeó golpeando su hombro con suavidad. —Nadie se resiste a ti.—

—Por supuesto. Ni tú.— Sebastian alardeó con arrogancia mientras colocaba su brazo sobre sus hombros para acercarla a él.

—Ajá.— Harrison rodó los ojos con diversión. —Bueno, quería hablar contigo para darte una noticia.—

Stan la miró esperando a que prosiguiera.

—Adivina... quien hizo un diseño que se muestra en todas las tiendas de maquillaje en Nueva York...– la ojigris movió sus cejas con una sonrisa maliciosa.

Stan se detuvo sin dejar de abrazar sus hombros y la miró con ojos abiertos.

—No jodas...— jadeó con sorpresa y Olivia no pudo aguantar más y rió levemente. —¡Olivia!— Stan sonrió ampliamente y rápidamente la tomó en sus brazos, cargándola y abrazándola con fuerza en el proceso.

Olivia jadeó sorprendida y se aferró a sus hombros, para después comenzar a reír con emoción.

Katherine, quien desde su oficina escuchaba el alboroto, frunció el ceño y se levantó, abrió la puerta y asomó su rostro, encontrándose con ambos mejores amigos celebrando, el tomándola en sus brazos mientras ella reía.