𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘊𝘩𝘢𝘳𝘮𝘪𝘯𝘨

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

Los dedos ágiles del rumano se paseaban libremente por las teclas de aquel hermoso piano rojo, provocando que la melodía inundara la habitación silenciosa.
Ella lo miraba atentamente, se suponía que tendría que estar mirando sus manos y los movimientos que hacía para aprender a tocarlo como el, pero se olvidó por completo de ello cuando la melodía comenzó a inundar sus oídos.

Miraba atentamente su perfil.
Sus ojos azules que miraban atentos las teclas del piano, acompañados de sus pestañas extrañamente largas. Su nariz perfilada, sus carnosos labios que de vez en cuando mordía para mantener la concentración en la canción que tocaba. Su mandíbula marcada que solo hacía su aspecto más elegante y demandante.

Salió de su trance cuando Sebastián terminó de tocar, pasado su dedo por todas las teclas para el final perfecto.
Olivia sonrió ampliamente y no dudó en aplaudirle, riendo al ver como Stan hacia una reverencia.

—¿Ves? No es tan difícil, solo necesitas tomar un poco de práctica en las manos y ya.— Sebastián sonrió despreocupadamente. —Con mis clases pronto tocarás hasta con los ojos cerrados.—

Olivia sonrió sin dejar de verlo.

—¿Como lo haces?— preguntó de repente.

Sebastián sonrió con extrañeza.

–Bueno, Ollie... mi mamá es pianista y me enseñó desde que tengo cinco años...— comenzó a explicar con obviedad pero fue interrumpido.

—No, eso no.—  Olivia rió levemente. —Como... ¿Como es que eres tan encantador?—

Sebastian frunció levemente el ceño con una sonrisa confusa.

—¿Crees que soy encantador?— molestó, relamiendo sus labios con lentitud y demostrando su ánimos de grandeza.

Olivia rodó los ojos y negó con rapidez para ahuyentar el sonrojo en sus mejillas.

—Quiero decir... ¿Como le haces... para ser tu? Todos te aman, les agradas... haces reír a todos, ¿Como lo haces?— volvió a preguntar con bastante interés, sus ojos grises tenían un brillo de curiosidad en ellos.

Esta vez Sebastián no supo que decir. Por su mirada sabía que hablaba en serio. Sintió su corazón crecer, ¿De verdad ella pensaba eso sobre el?

—Ah... no se si lo que digas es cierto.— negó con extrañeza y se acomodó sobre el banquillo frente al piano para encararla.

—Por dios.— Olivia rió mientras negaba. —Si sabes que eres muy popular entre la chicas, ¿Verdad?—

—Ah, eso si lo sabía.— Stan alardeó.

—¡Hablo en serio!— Olivia rió y lo golpeó juguetonamente. —Todas hablan de ti, todas quieren salir contigo... ¿Como lo haces?—

—No sé como responderte eso.— Sebastián rió encogiéndose de hombros. —Solo puedo decirte que... me gusta ser yo mismo, y ya.—