𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘐 𝘱𝘳𝘰𝘮𝘪𝘴𝘦

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

Lo único que podía escucharse en aquella habitación oscura, era la respiración tranquila de la chica quien dormía plácidamente a su lado. No sabía que hora era, probablemente era medianoche pero aún así el no podía dormir.

Miraba el techo como si este fuera algo tan fascinante, mientras su mente lo obligaba una y otra vez a recordar cómo hace tan solo unas horas, había unido sus labios con los suyos por primera vez.
Deseaba saber porque lo había hecho, pero si decía que lo había hecho para hacerla sentir mejor, sería una vil mentira.

Solamente quiso hacerlo. Solamente quería saber que se sentía besar sus labios, sin saber que aquella sensación se quedaría en su mente por horas y horas en las que no podía dormir.
Sentía un hormigueo en sus labios de solo recordarlo, tenía ese pequeño impulso de volver a hacerlo que crecía más y más, deseaba volver a besarla y tenía miedo de no poder controlarse.

Se giró para mirarla, la joven dormía profundamente cubriendo todo su cuerpo con las sábanas.

Siguió observándola como si fuera algún paisaje de esos que te quitan el aliento al presenciarlos en persona. Adoraba la forma en la que lucía tan delicada al dormir.

—¿Que me estás haciendo, eh?— susurró sabiendo que no recibiría respuesta y sintiendo esa presión en su pecho.

Olivia sentía las cálidas manos del rumano sostener su rostro con cuidado y firmeza a la vez. Sus suaves labios danzaban entre sí sin ninguna prisa, ambos de vez en cuando dejando escapar suspiros complacidos. Olivia intentaba no perder la cabeza al percibir su aroma y como sus labios la besaban con tanto cuidado e ímpetu a la vez.

Tuvieron que separarse por la falta de aire. Sus labios se alejaron poco a poco y se miraron a los ojos totalmente estupefactos por la que acababa de suceder.

Olivia reaccionó antes que el. Se alejó de él con rapidez, mirándolo con demasiada angustia mientras intentaba controlar su respiración agitada. 
Sebastián parpadeó un par de veces y tragó sumamente nervioso.

—No, no, no, no...—

—Olivia, yo...—

—¿Por que...? N-No... no entiendo...— Olivia balbuceó mientras negaba constantemente.

El rumano volvió a tragar con dificultad e intentó tomar su mano, pero Olivia la alejó con rapidez.

—Liv, por favor... no quise...—

—Sebastián, esto no está bien. S-Somos amigos y... ¡T-Tu tienes a Kath!— su voz tembló al indicar. —Dios, Kath...— la chica susurró para si misma.

El rumano se sintió peor cuando la chica centró sus ojos grises en el.

—¿Por que...?—

Sebastián negó y por varios seguir si no supo que responder.

—No lo se, p-perdón... perdóname. Te juro que no se por que lo hice.— mordisqueó su labio ansiosamente, por dentro suplicando por recibir una respuesta positiva.