𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘏𝘦𝘢𝘳𝘵𝘢𝘤𝘩𝘦

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

—Te recomiendo que no tengas esperanzas, papá escogerá la mejor opción y no creo que esa la tuya.—

—Olivia, no tienes que hacerle caso a Margaret. Ni te desgastes en pensar en las estupideces que salen de su boca. Ella no sabe nada y me atrevo a decir que tu eres mucho mas inteligente que ella. Yo confío en ti y en todo lo que puedes hacer, tu padre confiará en lo que puedes hacer y aceptará...—

Olivia escuchaba la voz del rumano extrañamente lejana. El tomaba su mano con firmeza mientras caminaba decididamente con la intención de olvidarse del amargo momento que Margaret les hizo pasar. Pero ella no podía captar muy bien lo que sucedía, de repente sentía su cabeza dar vueltas y la voz del rumano se hacía más y más lejana, su mirada se tornaba borrosa constantemente.

Al notar que se acercaban a su novio y a Katherine quienes los esperaban para ya irse, se detuvo de golpe.

Sebastian se giro y la miró confundido.

—¿Que pasa?— le preguntó.

Olivia jadeó pero no pudo controlar un quejido que se escapo de sus labios.

—¿Que pasa?— el rumano insistió. —¿Que tienes? ¿Te duele algo?— tomó sus manos entre las suyas y analizó su rostro atentamente. —Liv, estas pálida... ¿Que sientes?—

—¿Que pasa? ¿Todo bien?— Patrick se acerco junto con Katherine.

—Liv, ¿Que tienes?— Katherine preguntó al notar la palidez que el rumano señaló en ella.

Olivia tragó con dificultad y miró bastante abrumada a los tres ya que sus miradas le resultaban intensas y hasta juzgadoras. Su pecho se elevaba gracias a su respiración agitada y pronto pequeñas lágrimas nublaron su vista.

Negó con un sollozo y se deshizo del agarre del rumano en sus manos. Rápidamente se alejo de todos y de todo, dirigiéndose al baño más cercano ya que las náuseas se presentaron de repente.

Sebastian se olvido de absolutamente todo y corrió para seguirla, su corazón también latía con rapidez. Sin importarle las miradas extrañas, la siguió hasta los sanitarios donde Olivia entró con rapidez.

—¡¿Olivia?!— preguntó al ver como la puerta de uno de los baños se abría y solo alcanzó al ver como ella entraba.

Lo siguiente que escuchó fue como ella expulsaba el contenido de su estomago. Rápidamente entendió el porque de su repentina palidez.

Suspiró con pena escuchando como ella se quejaba y sollozaba mientras no podía dejar de vomitar. Se acerco y abrió la puerta del baño. No dudo en tomar su cabello para alejarlo de su rostro y comenzó a reconfortarla con sus palabras y caricias a su espalda.

Pasaron un par de minutos así hasta que por fin la menor dejo de vomitar. Jaló la cadena y se dejó caer en el suelo, comenzando a sollozar por la debilidad de su cuerpo y lo extraña que se sentía.

—Liv...— Sebastian negó con pena y se agachó a su altura. —¿Que sientes? ¿Desayunaste algo que te cayó mal?—

Olivia no respondió, sollozos salían de sus labios y por más que intentaba calmarse pata evitar preocuparlo, no podía. Se sentía asfixiada.
El rumano tragó y pensó unos segundos en que haría, no supo que decirle ya que no entendía muy bien lo que pasaba. Solamente pudo sentarse con algo de dificultad ya que el espacio en el que estaban era reducido.