𝘐'𝘮 𝘴𝘰𝘳𝘳𝘺, 𝘖𝘭𝘭𝘪𝘦 𝘏𝘰𝘭𝘭𝘪𝘦...

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。.。:+* ゚ ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゚ ゜゚ *+:。.。



Cuando por fin pudo dejar de vomitar, se quejó sumamente cansada y se dejó caer en el suelo, recargando su espalda en la fría pared de su baño. Su garganta ardió cuando un ruidoso y desgarrador sollozo se escapó de sus labios, no lo esperaba. Tenía toda la intención de contenerse pero no fue así, su cuerpo y su mente ya no pudieron resistir.
Sollozó con fuerza conforme las gruesas lágrimas bajan por sus mejillas. Se sentía un desastre total, su pijama estaba ligeramente manchada por su propio vomito, sus cabellos no estaban muy arreglados y ni hablar de su rostro increíblemente cansado y entristecido.

Tenía tantas cosas guardadas que no podía controlar sus sollozos y el dolor en su pecho que se expandía extrañamente por su brazo hasta llegar a su mano. No entendía por qué un ligero estrés y cansancio podría ocasionar algo así. No había podido dormir, sus pensamientos eran demasiado ruidosos hasta el punto de hacerla tomar su almohada y gritar y sollozar en esta para evitar hacer demasiado ruido. No entendía como es que un ligero estrés le ocasionaba tantos vomitos, náuseas, mareos... no entendía porque se sentía así.

La debilidad que la agobiaba la hacía sentir aún peor, no entendía porque se sentía así de débil, no podía hacerlo. Tenía que seguir adelante para lograr su objetivo y hacer a la perfección el trabajo que su padre le encargó, aquella "simple" revista que se supone que su hermana haría. Por más que se decía a sí misma mientras se miraba al espejo "solo un poco más" ya no aguantaba. Esa bola de nervios y angustia crecía en ella en diferente momentos de su día a día y ya estaba harta de ello.

Estaba sola en esto, nunca ha tenido esa confianza con su novio a pesar de amarlo y agradecer la relación que tenía con el. Y tampoco, tenía el coraje y valentía para contárselo a su mejor amigo. No sabía que le diría ya que ni ella misma entendía que le estaba sucediendo, no entendía las señales que su cuerpo le daba constantemente.

No le diría a nadie. Ya estaba por llegar la fecha de entrega y estaba segura que su malestar se iría una vez que su padre le diera el visto bueno.


Los ojos grises de la menor miraban y comparaban las dos revistas frente a ella, escuchaba la voz de su mejor amigo reconfortándola pero no le prestaba atención a ninguna de ellas. Estaba más ocupada tratando de entender que había hecho mal para recibir las duras palabras de su padre, en que falló para que el trabajo que le causó tanto malestar, no fuera aprobado por la única opinión que le importaba.

Sebastian al notar que ella no le estaba prestando atención, maldijo entre dientes. Miró a su padre que conversaba sonriente con sus socios, como si no acababa de romperle el corazón a su hija menor. Tensó la mandíbula y se alejó para dirigirse a él, ignorando los llamados de Katherine que intentaban detenerlo.

—James, por favor, escúchame...— no le importó la presencia de los demás hombres y se dirigió al padre de su mejor amiga. —Olivia se partió la cabeza haciendo el trabajo para que lo tuvieras antes de fin de mes, por favor...—

La sonrisa en el rostro del hombre desapareció al escuchar el nombre de su hija menor.

—Disculpen, atenderé esto...— se disculpó con sus socios y se alejó junto con el rumano. —Sebastián, hijo...—

—Por favor. Olivia lo hizo excelente, yo estuve allí con ella, la revista es perfecta y-y les gustará a la editorial, por favor...— el rumano hablo con rapidez ya que por dentro deseaba con todo su ser recibir una respuesta positiva.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora