𝘋𝘦𝘫𝘢 𝘷𝘶

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.:+* ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゜゚ *+:.



Sebastian tomó las medicinas que necesitaba y salió de la cocina para dirigirse a su habitación donde ella dormía. Abrió la puerta sigilosamente y entró de igual manera.
Le fue imposible no sonreír enternecido al verla sobre su cama, dormida boca abajo con todas esas sábanas encima suyo, se podía ver que se encontraba enferma aún cuando estaba dormida.

Se acercó y se sentó con cuidado en la cama a su lado.

—Liv...— susurró acariciando su espalda cuidadosamente. —Despierta...—

Olivia frunció el ceño y se removió entre las sábanas. Sebastián suspiró, no deseaba despertarla de su merecida siesta pero era necesario.

—Liv, despierta... te toca tu medicina.— susurró al inclinarse, quitando los cabellos que cubrían su rostro para poder mirarla.

Su rostro totalmente relajado lucía angelical a pesar de que sus cabellos se encontraban desacomodados había cansancio en su semblante.

—Despierta...— susurró y se inclinó para dejar un suave beso sobre su mejilla.

Olivia abrió los ojos poco a poco un tanto fastidiada por aún sentir su cuerpo débil y sin ganas de salir de la cama. Gimió con cansancio y se removió para poder sentarse sobre la cama, el rumano le extendió aquel vaso de agua con el cual pudo tragar aquel par de pastillas.

Hizo una mueca de puro disgusto cuando Sebastián le ofreció una cuchara con aquel jarabe que el doctor le recetó.

—¿Tengo que tomarlo?— se quejó.

—Si quieres recuperarte, si. Sé que sabe asqueroso pero es para que te sientas mejor.– Sebastián insistió con una sonrisa.

Olivia suspiró pesadamente. Con sus dedos apretó sus fosas nasales entre sí cerró sus ojos. El rumano sonrió con diversión y acercó la cuchara a sus labios para que pudiera tomar aquel jarabe. Soltó una risita cuando la chica se quejó por el sabor.

—Ugh...—

—Ya está.— Sebastián le sonrió con cierto orgullo y no dudó en besar su mejilla cariñosamente. —¿Quieres desayunar? Ya me resigné así que... podemos pedir algo.—

—¿No tienes que trabajar?— Olivia volvió a tomar las sábanas y cubrió su cuerpo aún estando sentada.

—Tengo mi computadora aquí.— Sebastian se encogió de hombros. —¿Quieres pedir waffles...?—

—No me gusta que hagas eso.— la chica lo interrumpió.

Sebastián ladeó la cabeza con el ceño fruncido.

Olivia suspiró con pesadez y negó sin dejar de mirarlo.

—No me gusta que dejes de hacer tus cosas por mi.— se quejó removiéndose con incomodidad.

Sebastián suspiró. Ya había escuchado esa queja antes y aunque mil veces le había asegurado que no le importaba, no lograba hacerle entender que su bienestar siempre fue una prioridad para el, por sobre todas las cosas... y personas.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora