𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘉𝘭𝘢𝘪𝘳

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

Sebastian hablaba y explicaba todo lo que platico con la hermosa rubia una noche anterior mientras Olivia lo miraba con atención. Había una sonrisa en su rostro más un brillo en sus ojos que la acompañaba, Sebastian no había podido dejar de sonreír conforme recordaba lo cómodo y seguro que se sintió al hablar con la rubia de cualquier cosa. Como no se termino el tema de conversación y de las múltiples cosas que se confesaron del otro.

El siguió explicando hasta que notó como ella fruncía el ceño y hacía una mueca de disgusto, como si algo estuviera dándole asco.

—¿Que?— preguntó con confusión. 

—¿A que huele?— Olivia se quejó aún con esa mueca de disgusto.

—Ah...— el rumano frunció el ceño y su nariz se arrugó cuando olfateó. —No se... no percibo nada, ¿Tu si?—

Olivia siguió olfateando con esa mueca extraña en sus facciones. Se quejó y se levantó de su asiento, como si buscara el causante de aquel "mal olor".

—¿A que huele...? Yo no huelo nada.— Sebastian igualmente se quejó y siguió mirándola bastante confundido.

Olivia se acerco a el repentinamente, colocándose detrás suyo para olfatear sus cabellos.

—Dios, Stan. Eres tú.— Olivia negó y apretó sus fosas nasales con sus dedos, aún con esa mueca de disgusto. 

Sebastian inmediatamente frunció el ceño totalmente ofendido.

—¿Yo? ¡Pero me bañé en la mañana! ¡Usé la loción que me regalaste!— se quejó.

Olivia se volvió a acercar y olfateó sus cabellos castaños, para después inclinarse hacia el.

—Apestas a idiota enamorado.— susurró en su oreja para después reír y abrazar sus hombros efusivamente.

Sebastian suspiró con alivio y rodó los ojos.

—Que chistosa, Harrison.— se quejó y sintió como ella reía cerca de su oreja y besaba su mejilla sonoramente.

—Cuéntame más de ella.— Olivia volvió a reír y se alejó de él para rodear su escritorio y tomar su silla para colocarla frente a él y así estar más cerca.

Tomó sus manos entre las suyas y esperó impaciente a que el rumano volviera a hablar.

—No porque te vas a burlar de mi...— Sebastián volvió a rodar los ojos y desvió la mirada de ella.

—¡Sebastian!— Olivia protestó con una risa y estrujó sus manos entre las suyas. —Cuéntame ya.—

—Pues hablamos por horas y horas. De verdad fue fantástico. Estaba algo nervioso pero... todo salió bien. Y...— el rumano volvió a mirarla y mordió su labio con una sonrisa.

—¿Y que?— Olivia abrió los ojos y esperó impaciente a que prosiguiera pero Stan solo rió ante su insistencia. —¡¿Y que, Sebastián?!—

El rumano rió y bajó la mirada un tanto avergonzado.

—Me dijo que... yo tambien le gusto.— confeso, jugando con los dedos de la menor ansiosamente.