𝘑𝘦𝘢𝘭𝘰𝘶𝘴𝘺

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.:+* ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゜゚ *+:.



Sebastian intentaba controlar su respiración agitada mientras mantenía sus ojos cerrados. Sintió como la chica a su lado se removía para cubrir su desnudez con las sabanas.

—¿Qué te pasa, eh?— escuchó su voz cuestionarle.

—¿Qué me pasa de que?— el rumano frunció el ceño aún sin abrir los ojos y pasó su antebrazo por su frente para quitar la ligera capa de sudor.

—Llegaste a mi casa, tocaste mi puerta y cuando te abrí te abalanzaste a mi para que tuviéramos sexo. Eso no es muy... Sebastian que digamos.— la chica rió levemente.

Sebastian no respondió, cosa que solo confirmó sus sospechas.

—Ya, en serio. ¿Qué te pasa?— insistió y se removió para recostarse de lado y poder mirar su perfil atentamente. —¿Olivia otra vez?—

Presenció como el rumano abría los ojos y miraba el techo atentamente. Sebastian mordió su labio con fuerza, se supone que al estar con ella se olvidaría un poco de aquel asunto, pero no.

—Otra vez Olivia.— la chica sonrió burlonamente. —¿Ahora que?—

El rumano rodó los ojos y pasó sus manos por su rostro.

—¿Otra vez hablaron de ese chico misterioso que le gusta?— la rubia sonrió burlonamente.

—Estábamos por salir a comer y encontré uno de sus diarios abierto...—

—¿Y lo leíste?— la rubia elevó las cejas. Stan asintió. —¡Eso no se hace! ¡Jamás se lee el diario de una chica!— rió y lo golpeó con su pie juguetonamente. —¿Qué decía?—

—Lo estaba describiendo. Como si ese idiota fuera un dios griego o una mierda parecida...— el rumano habló entre dientes totalmente fastidiado. —Como lo aborrezco, maldita sea...—

—Ni si quiera lo conoces.— la rubia rió. —¿Cómo puedes aborrecer a alguien que ni siquiera sabes como se llama?— 

—Es que para ella es como un ser perfecto salido del Olimpo. Eso me castra, me purga, me...—

—Ya entendí.— la rubia lo interrumpió. Sebastian suspiró pesadamente. —El pobre Sebby esta celoso porque no es el único que tiene toda la atención de su amada Olivia... pobre.—

Sebastian esta vez la miró, claramente nada contento con lo que acababa de decir.

—No es gracioso.—

—Si lo es.— la chica soltó una risita. —Es gracioso ver como te retuerces de los celos cuando puedes dejar de hacerlo si solo le dices a Olivia que te encanta.—

El semblante del rumano se relajó, más no su sentir.

—No puedo.—

—¿Por que no?—

—Porque la conozco desde que éramos niños. Sería demasiado extraño y además... ella está muy enganchada con ese idiota del que tanto escribe en sus diarios.— apretó los dientes al murmurar sin mucho entusiasmo.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora