𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘚𝘵𝘢𝘳𝘴 𝘢𝘯𝘥 𝘱𝘭𝘢𝘯𝘦𝘵𝘴

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

Olivia deslizaba su dedo por la pantalla de su teléfono mientras sus ojos grises observaban atentamente las fotos. Había una pequeña sonrisa en sus labios conforme analizaba cada una de ellas, tenía un álbum exclusivamente de fotos de ella con el rumano, de todos sus viajes, sus salidas y el sin fin de momentos que han vivido juntos.

Era de las cosas que más apreciaba en el mundo, ver todas esas fotos y recordar a la perfección las risas que el le provocó y las buenas anécdotas que atesoraba gracias a ello.

Dejó su teléfono a un lado cuando sintió como el rumano se removía y la abrazaba aún más a él, sentía su tranquila respiración sobre su hombro mientras su fuerte agarre la abrazaba. Se removió para poder girarse ya que deseaba mirarlo, entresueños el rumano frunció levemente el ceño por el movimiento más no dejó de abrazarla a él.

Al tener su rostro tan cerca del suyo, pudo analizar cada pequeño aspecto de sus facciones. La yema de sus dedos acariciaron su mejilla suavemente sin querer despertarlo aún. Conforme lo hacía pensaba en que quizá no era la única chica que lo había visto tan cerca, pero estaba segura de que solo ella era capaz de notar esos pequeños detalles que siempre ha tenido, como aquellas pecas casi imperceptibles en sus pómulos o esas pequeñas arrugas que se formaban a los costados de sus ojos cuando sonreía.

Sin poder resistirse besó sus labios suavemente, esperando que el abriera sus bonitos ojos azules y le respondiera.
Dejó pequeños besos sobre sus labios hasta que sintió como el sonreía y le respondía uno de ellos.

—Buenos días.— susurró dedicándole una bella sonrisa.

—Hola.— Sebastian susurró de vuelta. —¿Que hora es?—

—La hora de desayunar...— Olivia asintió y se removió para levantarse de la cama, más no lo logró ya que el brazo del rumano la sostuvo aún más fuerte. —Seb, el desayuno...—

—No te vayas. Que lo haga Steph.— Sebastian se quejó acercándola a un más a el, sus cuerpos se pegaron bajo las sábanas.

Olivia rió al sentir sus brazos abrazar su cintura más su cálida respiración contra la piel de su pecho.

—¿No quieres que te haga unos waffles? Solo te gustan los que yo hago...— murmuró acariciando sus cabellos castaños.

Sebastián lo pensó por uno segundos en silencio.

—¿Con crema batida?— susurró contra su piel aún sin dejar de abrazarla.

—Y chocolate líquido.— Olivia asintió con una leve risa.

—Está bien. Puedes irte.— el rumano por fin accedió y la dejó ir al dejar de abrazarla.

Olivia rió una vez más y antes de levantarse de la cama, dejó un casto beso sobre su frente.

Sebastián le sonrió y la observó levantarse de la cama para salir de la habitación. Al entrar a la cocina, se encontró con la rubia quien tomaba algo de su taza mientras observaba su teléfono.

—Buenos días.— Stephanie sonrió de costado.

—Hola.— la castaña le dedicó una dulce sonrisa.