𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘐 𝘸𝘪𝘭𝘭 𝘢𝘭𝘸𝘢𝘺𝘴 𝘩𝘰𝘭𝘥 𝘺𝘰𝘶

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

—Seb, cariño. ¿Podrías decirle a Olivia que baje? Estamos por empezar la noche de películas.— la mujer le pidió amablemente a su hijo mientras acomodaba todas esas cobijas en los sofás de su sala.

El rumano asintió y se alejó para subir las escaleras de aquella casa en Rumania. Despues de un largo día en donde la familia Stan se aseguró de darle el mejor cumpleaños a la chica quien cumplía veintisiete años, decidieron que sería buena idea comenzar una de sus famosas noches de películas, para descansar y disfrutar de la celebración en calma. Estaba por tocar la puerta de su habitación, pero esta estaba entreabierta. Por el pequeño espacio la observó, sentada en su cama mientras sostenía en sus muslos un libro que parecía leer con atención. Más lo que llamó su atención fue aquel sollozo que escucho de su parte gracias al silencio.

—¿Liv?— rápidamente entró a la habitación, había preocupación en su mirada.

La ojigris rapidamente cerró aquel libro y limpió sus lágrimas con rapidez.

—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?— preguntó tomando asiento a su lado en la cama.

—Por nada, me ganó la nostalgia, es todo.— Olivia intentó asegurarlo, esta vez mirándolo para sonreírle.

Pero al ver sus ojos el supo que esas lágrimas si significaban algo.

—¿Por qué lloras?— Stan insistió, tomando su mentón entre sus dedos para obligarla a mirarlo.

Olivia tragó con dificultad, sabía que no tenía escapatoria. Sabía que jamás podría mentirle a el.

Desviando la mirada con cierta vergüenza, abrió cuidadosamente aquel libro y se lo extendió, Sebastian lo tomó con un gesto de confusión, más se dió cuenta que este no era un libro, sino un album de fotos. Observó unas cuántas páginas de este, aún seguía sin comprender ya que solo veía fotos de la familia de la chica, sus padres y sus hermanos posando orgullosamente, en estas se podía ver su evolución.

Estaba por preguntarle pero la voz débil de la chica lo interrumpió.

—Debí empacarlo por error cuando traje mis cosas para acá. Quería verlo porque qusiera que ellos estuvieran aquí conmigo, pero...— Olivia no fue capaz de mirar de nuevo las páginas de aquel album, en su lugar optó por ver sus manos sobre su regazo. —En ninguna foto salgo yo.—

Sebastian entreabrió los labios al entender a lo que se refería y la razón de que aquellas lágrimas salieran en un día tan especial como su cumpleaños. Miró de nuevo las páginas del album, confirmando que en ninguna de estas ella aparecía, ni cuando sus hermanos eran niños, ni cuando ya eran adultos.

—No sé ni siquiera cuando tomaron esas fotos. O era muy pequeña o simplemente ellos no me querían allí.— la chica sonrió con tristeza, sorbiendo su nariz y limpiando sus lágrimas una vez más.

Stan suspiró y dejó a un lado el album para evitar que ella siguiera viéndolo.

—No se porque me sigue afectando tanto, no recuerdo la ultima vez que celebré mi cumpleaños con ellos.— la chica negó con disgusto, su tristeza se tornaba en rabia.

—Si ellos no están aquí, es su decisión. No tiene nada que ver contigo ni es tu culpa.— le aseguró tomando sus manos entre las suyas. —Pensé que este día había sido genial, organizamos todo pensando en ti...—