𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘏𝘦 𝘪𝘴...

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

La soledad de Georgeta mientras cocinaba la cena se vió interrumpida cuando su hijo entró a la cocina.

—Hola, cariño.— lo saludó sonriente.

—Hola...— su hijo le sonrió de vuelta y se acercó a ella para besar su mejilla. —¿Hay palomitas?—

—Mhm. En la alacena, ¿Tu y Liv van a ver una película?—

—Sip. Maratón de películas de Jim Carrey.— el rumano respondió sonriente mientras buscaba las dichosas palomitas en la alacena.

Georgeta sonrió. Como amaba cuando los dos se organizaban para pasar más tiempo juntos, como si no pasaran lo suficiente acompañando al otro. Incluso había veces donde ella y su esposo se les unían para disfrutar de una buena película, y otras veces prefería darles su espacio y dejarlos solos, intentando darles un "empujón" a eso que tanto quería.

Mientras su hijo preparaba la comida que se llevaría con ella, una idea llegó a su cabeza. Sonrió para si misma al recordar la pequeña platica que tuvo con la chica. Sonrió para si misma, era hora de orquestar su plan.

—Y, ¿Liv ya te contó?— preguntó sin dejar de cortar aquellas verduras sobre la mesa.

—¿Contarme que?— su hijo frunció el ceño.

La mujer sonrió una vez más pero intentó ocultar aquel gesto de notoria malicia.

—Olivia está enamorada.— murmuró como si no fuera la gran cosa.

La pequeña sonrisa confundida de su hijo se borró de inmediato. Sintió una fea presión apoderarse de su pecho el cual contenía su corazón que latía con rapidez.

—¿Que...?—

—Bueno, no se si esté enamorada pero... este chico parece gustarle mucho.— su madre siguió explicando como si nada, intentando no sonreír al recordar la mirada que Olivia le dedicaba a su hijo.

—¿De que estás hablando? ¿Cuál chico?— su hijo preguntó con rapidez.

—Así que no te ha contado...—

—Ah... ¿No?— Sebastian suspiro con pesadez. —¿Quien es? ¿Lo conozco? ¿Es de su clase?—

Georgeta rió y dejó de cortar aquellas verduras para tomar una servilleta y limpiar sus manos.

—¿Por qué no dejas de ser tan celoso y le preguntas, hm?— propuso tomando su rostro entre sus manos.

—No estoy celoso.— Sebastián se quejó sumamente irritado.

—Ajá, claro...—  su madre rodó los ojos y lo acercó para besar su mejilla con cariño. —Pregúntale, quizá ella te diga más cosas que a mi.— le dedicó un guiño.

No muy tranquilo, o más bien, nada tranquilo, Sebastián tomó lo que se llevaría para disfrutar la película de una mejor manera. Lo que su madre le dijo rondaba en su cabeza una y otra vez mientras subía las escaleras que lo dirigían a su habitación.