𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘋𝘳𝘦𝘢𝘮𝘴

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

—Tomamos esta foto en un viaje a Londres que hicimos en navidad. Ella siempre había querido ir y mis padres y yo decidimos cumplirle el sueño. Nos estábamos muriendo de frío, pero con verla sonreír de esa forma, valió la pena.— Sebastian no pudo controlar esa sonrisa en su rostro al ver aquella foto instantánea que sostenía entre sus dedos.

Olivia y su madre, Georgeta, posaban sonrientes con aquellas ropas abrigadas que cubrían sus cuerpos, con un paisaje de nieve blanca y el Big Ben detrás de ellas.

Stephanie sonrió contagiado por la sonrisa del rumano y le quitó aquella foto para poder mirarla.

Para pasar el mal rato, Sebastian pensó que sería buena idea indagar en aquella caja que guardaba en su habitación, donde atesoraba los mejores momentos en su vida. Esa caja estaba repleta de fotos en las que la mayoría, eran el y su mejor amiga posando sonrientes.

Por el momento era lo único que tenía para sentir de nuevo aquel calor que abrazaba su corazón cuando la veía sonreír.

—¿Y esta?— Steph señaló sacando otra foto más de la caja.

Se la extendió y el la tomó, su mirada se iluminó cuando la observó. Olivia posaba sonriente con su cabeza recostada en sus brazos cruzados y recargados en aquel piano que su madre solía poseer cuando vivía en Nueva York.

—Había olvidado esta foto...— Sebastian suspiro sin dejar de verla. —Fue cuando apenas empezaba la relación entre Olivia y el imbécil de Patrick. Ese día estaba muy triste porque pelearon por primera vez... y yo solo hice lo que pude para hacerla sentir mejor.— explico son dejar de observar la sonrisa en el rostro de la chica en aquella foto.

—Llegué, ¿Crees que esto lo haga sentir mejor?— Sebastian entro a la cocina donde su madre se encontraba, mostrándole aquella bolsa de comida que llevaba consigo.

—Pues eso espero.— la mujer suspiró pesadamente quitándole aquella bolsa para poder abrirla. —Entiendo que este así por su primera pelea pero... ese Patrick Jensen no me está cayendo muy bien...—

—Lo se... a mi tampoco.— el rumano tensó la mandíbula. —Hablaré con ella.—

—Ve a mi estudio, esta practicando en el piano.— su madre le indicó.

Así lo hizo, caminó hacia el estudio donde aquel elegante piano se encontraba. Antes de entrar escuchó claramente como las teclas de este eran tocadas sin mucha experiencia, era una melodía que apenas empezaba a tomar ritmo. Entró cuidadosamente a la habitación.

—Hola...— saludó con una ligera sonrisa., observándola sentada frente aquel instrumento

Olivia lo miró y le devolvió el gesto.

—Hola.—

—¿Como estas?—

Olivia solo suspiró y negó encogiéndose de hombros sin saber que decir. Sebastián lamentó haberle preguntado, era obvio que no se encontraba bien. Podía ver la tristeza en sus ojos grises.