𝘚𝘦𝘭𝘧𝘪𝘴𝘩

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。.。:+* ゚ ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゚ ゜゚ *+:。.。



La joven Olivia terminó de colocar el rubor rosado en sus mejillas y dejó la brocha a un lado. Al mirarse al espejo, una lenta sonrisa se formó en su rostro. Esta vez si le gustaba su aspecto. Le gustaba como lucía con aquel maquillaje discreto, más aquel vestido color durazno que escogió en aquella tienda. No solía mirarse al espejo y encontrar belleza en su reflejo, no era algo que le agradaba hacer ya que recordaba las veces que se sintió tan sola al no recibir alguna atención de algún chico. Pero en estos momentos, no le importó mucho. Su aspecto le agradaba esta vez, estaba más animada esta vez.

—¿Para que te arreglas tanto?— escuchó una voz.

Giró su rostro, encontrándose con su hermana mayor recargada en el umbral de su puerta.

—Para la fiesta de la empresa.— Olivia respondió con una sonrisa confusa, pero sonrió al ver el elegante aspecto de su hermana. —Te ves muy bonita.—

—¿Y con quién piensas ir, eh?— Margaret ignoró su cumplido.

—C-Con Sebastián... está esperándome abajo.— Olivia se levantó y tomó su bolso, colocándolo sobre su hombro.

Margaret rió.

—¿Que te hace pensar eso? Sebastián está abajo, con su cita. Esa linda rubia... ¿Como se llama? ¿Ashley?— frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Si... el me dijo que yo podría acompañarlos, porque...—

—¿Por que, Olivia? ¿Por que nadie quiso ir contigo? Ah ya... ¿Y por eso vas a arruinar la cita de tu amigo? ¿Siendo el mal tercio?—

Sus duras palabras borraron cualquier buen ánimo que Olivia pudiera tener. Aquella seguridad que apropió al mirarse al espejo con aquel vestido se esfumó. Su hermana decía la verdad, nadie quiso acompañarla, no como su mejor amigo que había conseguido sin problemas una cita con aquella rubia que ha estado viendo últimamente.

—Que egoísta eres.— Margaret negó y sin más, salió de su habitación, dejándola nuevamente a solas.

El silencio causó que el ánimo de la menor de los hermanos Harrison estuviera por los suelos. Maggie tenía razón, pensó.

Era una egoísta.

Era una egoísta por arruinar una de las pocas citas que su mejor amigo tenía. Sebastián solía rechazarlas todas solo para acompañarla a ella, y no podía sentirse más culpable.

Rápidamente limpió una lágrima que rodó por su mejilla. Se volvió a sentar frente al espejo y no dudó en tomar aquellas toallas desmaquillantes para después comenzar a deshacerse de su maquillaje con descuido.
Arrojó las toallas a un lado y se levantó para quitarse el vestido de igual manera, estuvo a punto de romperlo por quitarlo con tanta brusquedad. No notó cuando unos pasos se acercaban a su habitación.

—Liv, ya tenemos que irnos, es tarde. ¿Estas lista...?— Sebastián se detuvo al ver como la menor se colocaba un pantalón más cómodo junto con una de las tantas sudaderas que el le prestaba. —¿Liv...?—

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora