𝘔𝘺 𝘥𝘢𝘥

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.:+* ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゜゚ *+:.



—Sebastián, quiero ir con Liv.—

El corazón del rumano se estrujó al escuchar nuevamente las súplicas de la pequeña que sostenía en sus brazos, estaba demasiado inquieta y se le notaba algo asustada y desorientada, no entendía muy bien que sucedía.

—Corazón...— suspiró y se sentó con ella en su regazo en una banca a las afueras de aquel hospital. —No podemos ir con Liv ahora, los hospitales no son lugar para niños. Pero todo estará bien, ¿Si?— intentó sonreírle y acarició su mejilla con su pulgar.

Pero volvió a suspirar al ver como la pequeña no sonreía como de costumbre, solo fruncía el ceño mientras hacía un puchero. Pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos casi grises.

—Ay nena...— susurró y no dudó en acercarla a él para abrazarla, dejando que la niña escondiera su rostro en su pecho.

La desesperación lo carcomía por dentro al no saber que hacer, deseaba con todo su ser acompañar a su novia en un momento tan duro, pero no pensaba dejar sola a la pobre pequeña que ni siquiera comprendía que estaba sucediendo a su alrededor.

De pronto una idea llegó a su cabeza. Rápidamente sacó su teléfono sin dejar de abrazar a la pequeña que sollozaba silenciosamente.

—¡Steph! Dios, gracias por contestar...— suspiró con alivio. —Necesito que vengas al hospital que está cerca de la empresa... no, no pasó nada con Liv, pero por favor ven. Te necesito.—

Por supuestos que la rubia no dudó en acceder. Al colgar la llamada, el rumano siguió consolando a la pequeña quien ya había dejado de llorar, más seguía callada y con un semblante triste. Steph no tardó en llegar, frunció el ceño increíblemente confundida y preocupada al ver a su amigo sostener a aquella pequeña entre sus brazos.

—Seb, ¿Que pasó?— rápidamente preguntó al acercarse. —Daisy...—

La pequeña la miró mientras tallaba su ojo, por supuesto que notó su semblante triste. Ella solo pudo insistir en su pregunta al mirar al rumano con confusión.

—Necesito que cuides a Daisy en lo que entro a ver cómo está Liv.—

—¿Que? ¿Que pasó? ¿Está bien?— la rubia rápidamente preguntó.

El rumano suspiró e intentó cubrir sutilmente las orejas de la pequeña para evitar que escuchara.

—Su papá esta muy mal. Necesito que cuides a Daisy un momento para poder entrar a verla.— susurró.

La rubia suspiró y no dudó en asentir.

—Nena, ¿Te importaría quedarte un momento con Steph? ¿Te acuerdas de ella?— le preguntó a la pequeña mientras acariciaba sus cabellos.

Daisy solo asintió con una pequeña sonrisa.

—Hola, Daisy...— la rubia se agachó a la altura de la pequeña mientras le sonreía dulcemente. —¿Te parece si vamos por un helado? Hay un señor que vende por allá...— señaló a un punto no muy lejos de donde se encontraban.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora