𝘕𝘰𝘳𝘵𝘩𝘦𝘳𝘯 𝘭𝘪𝘨𝘩𝘵𝘴

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。.。:+* ゚ ゜゚ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ゚ ゜゚ *+:。.。



¿Y si nos metemos ya? Tengo algo de frío...— Olivia escuchó la voz de su mejor amigo.

—Si quieres entra tu, yo me quedaré un poco más.— respondió sin dejar de mirar el cielo estrellado.

—No... me quedo.— el joven negó, nuevamente recostándose a su lado.

Ambos se encontraban recostados en el césped de aquella casa en Rumania que la familia Stan poseía. Habían llegado a aquel sitio ya que de nuevo Olivia recibía los reproches de sus padres, y por supuesto, sus hermanos. No quiso escuchar más sus duras palabras y escapó, refugiándose en la tranquilidad que el jardín le transmitía.

Sebastian estuvo con ella hasta que sus lágrimas pararon, pasaron las horas hasta que anocheció y las estrellas lucían hermosas en el cielo oscuro.

—¿Has visto alguna vez una aurora boreal?— la joven preguntó de repente.

—No... ¿Por que?— Sebastian frunció el ceño sin dejar de mirar el cielo estrellado.

—Me gustaría ver una.— la joven confesó con una sonrisa. —Estoy segura de que en los lugares donde se pueden ver... hay paz, no hay gritos ni peleas... sería muy lindo ver una aunque sea una vez.— no dejo de sonreír conforme hablaba y miraba el cielo estrellado.

Sebastian se enderezó un momento, dejando caer su peso en su brazo para poder mirarla.

—Algún día te llevaré a ver las auroras boreales... es una promesa.— susurró sonriente, extendiéndole su dedo meñique.

—¿Y como vas a hacer eso?— Olivia sonrió con diversión.

—Ya verás.— el joven sonrió con arrogancia. —Sabes que jamás rompo una promesa.—

Olivia observó su sonrisa victoriosa y le fue imposible no reír al ver tal gesto. Envolvió su meñique con el suyo, la sonrisa del rumano se ensanchó.

Sebastian se mantuvo unos segundos en esa misma posición. Hasta ahora se daba cuenta de como sus ojos grises brillaban bajo la luz tenue de las estrellas que tambien acariciaba sus delicadas facciones, sus cabellos castaños oscuros estaban esparcidos por el césped con gracia y aun tenía esa pequeña sonrisa en sus labios.

—¿Que?— la joven preguntó con una sonrisa confusa al sentir como la miraba demasiado de repente.

Sebastian no pudo responder, de repente no podía hablar y no sabia porque. Tan solo negó y relamió sus labios, sintió un calor en sus mejillas pero agradeció infinitamente la oscuridad de la noche ya que Olivia no pareció notarlo.

—¿Que, Sebastian?— Olivia rió. —¿Tengo algo en la cara?—

—No...— Sebastian rió y mordió su labio sin poder soportar el calor en sus mejillas. —Es que... eres preciosa.—

La sonrisa en el rostro de la menor se borró poco a poco, dándole paso a la vergüenza y ese rubor en sus mejillas. Lo miró directo a los ojos, rápidamente se arrepintió. Sebastián la miraba de una manera diferente.
El rumano se estremeció cuando sus ojos grises se centraron en los suyos.

𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora