𝘿𝙚𝙖𝙙 𝙄𝙣𝙨𝙞𝙙𝙚 ᯽ ꜱᴇʙᴀꜱᴛɪᴀɴ ꜱᴛᴀɴ

𝘚𝘶𝘳𝘱𝘳𝘪𝘴𝘦

｡.｡:+* ﾟ ゜ﾟ *ᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛᴇ * ﾟ ゜ﾟ *+:｡.｡

—Me alegra mucho haber estado aquí, gracias por invitarme, Liv.— Katherine le dedicó una dulce sonrisa a la chica mientras tomaba su abrigo.

—Me divertí mucho, Kath. Gracias a ti.— Olivia sonrió gustosa.

—¿Segura que no quieres que te lleve?— el rumano cuestionó con una ceja elevada.

—No te preocupes, Stan. Puedo cuidarme sola.— la rubia le dedicó un guiño, provocando un sonrojo en sus mejillas.

Ambos se quedaron mirándose en silencio. Cada uno admirando al otro mientras sus ojos se comunicaban todo.

Olivia bufó al ver la boba sonrisa en sus rostros.

—Solo bésense.— murmuró extendiendo sus brazos.

Sebastian miró a Olivia de cierta manera, diciéndole que no le había hecho gracia su comentario. Pero la risa de la rubia lo hizo sonreír. Sin querer pensarlo mucho, se acercó a ella y besó sus labios delicadamente para despedirse, la rubia no dudó en responderle sonriente.

—Te veo mañana...— susurró al alejarse de él y mirarlo con un brillo en sus ojos verdes.

El rumano relamió sus labios lentamente y asintió sonriente.
Katherine finalmente salió del departamento y cuando la puerta se cerró, soltó el aire que tenía contenido y le fue imposible no sonreír con el recuerdo de la sensación de sus labios sobre los suyos.
Aunque el extraño silencio que inundó en el departamento de su mejor amiga interrumpió aquel pensamiento.

Miró a su mejor amiga, quien ahora se encontraba recogiendo las sobras de comida y los cojines que se encontraban en su sala para acomodar su aspecto.

—¿Que te pasa?— preguntó sin rodeos, acercándose a ella para ayudarle.

—¿Que me pasa de que?— la chica sonrió con confusión.

—Pues... no lo se, esperaba un chillido tuyo de emoción cuando Katherine y yo... ya sabes.— Stan sonrió igualmente con extrañeza. —Además, te noté algo callada mientras ella estaba aquí. ¿Que pasa?—

—Nada. Solo quería darles su espacio.— la menor se encogió de hombros despreocupadamente y se dejó caer en su sofá, tomando un cojín para abrazarlo a ella.

Stan frunció el ceño ante aquel gesto y dejó lo que hacía para sentarse a su lado.

—Olivia, ¿Que pasa?— sus ojos azules no dejaban de mirarla.

Olivia apretó su agarre en el cojín y bufó resignada.

—Patrick ha estado raro conmigo.— confesó cabizbaja.

—¿Por que lo dices?— Stan se acerco a ella ahora más interesado en su sentir al notar la tristeza en sus gestos.

—No lo se. Últimamente no hemos pasado tiempo juntos, lo he notado desde hace semanas pero no pensé que sería importante... en la tarde peleamos porque el no estuvo en la fiesta de papá.— su voz sonó baja y sin ánimos comparada a como siempre sonaba cuando estaba de buen ánimo. —Está raro conmigo y no se porque...—