Creo que no os ha disgustado cambiar a Ainhoa... Vamos a ponerla al día y volvemos al mismo punto, ya intentando intercalarlas ☺️
Paolo descubrió este diario y leyó la última página escrita, descubriendo lo que pasó. Me sentí fatal por él, jamás me hubiera metido en su relación, aunque empezaba a comprender que Luz no sentía lo mismo por él y necesitaba aclarar sus dudas.
También me sentí vulnerable, se había metido en mi cabeza, en mis sentimientos, en mi intimidad. Ésa que había recuperado al alejarme de Hugo. Estuve a punto de tirar el cuaderno, de dejar esto, pero tras meditarlo, al final decidí continuar. El ejercicio me estaba ayudando. Eso sí, ahora lo escondo debajo del colchón por si acaso.
Con Luz intenté tirar balones fuera cuanto antes, razonando que lo nuestro era imposible, que había sido algo raro y que probablemente me estaba utilizando para aclarar sus dudas con Paolo, pero por dentro, no paraba de pensar en ese beso y todo lo que me hizo sentir.
Sentí mucho vértigo. Confirmé que lo que sentía por Luz era mucho más de lo que había sentido por nadie. Además de la atracción, habíamos desarrollado una amistad y me sentía segura, confiaba en ella como llevaba años sin confiar en nadie.
Pero todo me parecían complicaciones a nuestro alrededor.
Seguía mis pasos y mis terapias. Tocaba llevar a alguien que nos estuviera ayudando en nuestra recuperación y que supusiera un apoyo para nosotros.
Solo me salía un nombre con esa descripción y yo no tuve valor de pedirle que viniera conmigo. Me justifiqué a mí misma que estaba ocupada con su abuela, que había venido de visita y a quien había conocido de pasada por la calle, y no quería quitarle tiempo con ella.
Me dio un poco de vergüenza cuando me preguntaron directamente durante la sesión y tuve que contestar que no había nadie a quien invitar en Vera, pero más aún cuando Luz se plantó en medio de la sala diciendo que eso no era verdad.
Durante el resto de sus palabras ya no sentí vergüenza, solo sentía mi corazón latiendo desbocado en mi pecho. Ahí estaba de nuevo ella, poniendo sus sentimientos sobre la mesa, exponiéndose ante un montón de desconocidos, arriesgándose por mí.
Es que es maravillosa.
Como huyó de la terapia tan pronto como terminó de decir lo que iba a decir, estaba deseando que terminara la sesión para ir en su búsqueda. Me pasé por su casa, pero nadie respondió al portero, así que probé suerte en el restaurante y allí estaba. Se la veía nerviosa, hablando con su abuela por teléfono y contándole como creía que había hecho el ridículo.
"El discurso me ha parecido precioso."
Por primera vez en mucho tiempo, no le había dado vueltas a lo que iba a suceder la próxima vez que la viera y simplemente, actué. Me lancé a sus labios tan pronto como pude y los saboreé como me hubiera gustado hacerlo días atrás, con delicadeza, con veneración, aferrándome a ella para que no se me escapara el momento entre los dedos.
Me metí en mi habitación aún en una nube, pero ahí fue cuando me asaltaron todas las preocupaciones y ni el recuerdo del suave ronroneo de Luz cuando tire de su labio con mis dientes, ni su mensaje de buenas noches, era capaz de alejarlas de mi cabeza.
Después de una noche de perros, avisé que no podría estar en el servicio y me acerqué a la sesión de terapia de mañana. No me enteré de nada durante toda la hora, tan metida como estaba en mis pensamientos, y le expuse mis problemas a la psicóloga tan pronto como terminó, interpretando su respuesta como un motivo más que justificaba mis preocupaciones.
Me perdí por el pueblo, dando un paseo sin rumbo. No sabía cómo encarar a Luz después de lo de anoche, pero cada vez estaba más segura de que esto no podía ser. Como me imaginaba, ser tan feliz no podía funcionar...
A pesar de que me escondí, ella vino a buscarme a mi habitación. Sus ojos me contaban que se alegraba de verme y yo no sabía cómo decírselo. Fue ella quien empezó a contarme las dudas de su madre y no pude más que estar de acuerdo con ella.
No era justo para ella, yo seguía sin estar un un buen momento. Podía volver a recaer cualquier día. Mi anterior relación me había dejado traumas de los que aún no había empezado ni a rascar la superficie. No tenía ni capacidad para tener mi propio piso y vivía en el mismo hotel. Y para colmo, trabajamos juntas: si ya es difícil mantener una relación, más aún teniendo una relación laboral.
Así se demostró los siguientes días, cuando trabajar junto a ella se convirtió en una tortura. Durante nuestro turno en el puesto de la plaza, solo quería dejar los malditos tacos en paz, abrazarla y hundir mi cabeza en su cuello, fingir que todo estaba bien. Pero tenía que mantenerme. Estaba intentando superar dos adicciones a la vez, el alcohol y su presencia.
Me dolió cuando vino a mi habitación y me acusó de haber bebido, aunque creo que no se lo creía ni ella. Me dolió aún más ver cómo nuestra amistad también se iba a pique.
Las cosas estallaron en la última sesión de terapia. El ejercicio se trataba de hacer un juego de roles y a mí me tocaba interpretarla a ella. Puse en su boca palabras que sabía que jamás me diría ni me recriminaría, pero me sentía tan mala persona que pensé que me las merecía. Hasta la psicóloga intentó reconducirlo.
La única vía de escape que se me ocurría para todo esto, era salir de allí. Me alejaría de ella y de la posibilidad de hacerle daño, le dejaría libre el puesto de jefa de cocina que tanto había soñado y sería feliz con Paolo, como lo era antes de que yo llegara. Yo me buscaría la vida, como llevaba haciendo desde hace varios meses.
Y de nuevo ella...
Siempre supe que era una fuerza imparable, no sé de qué me sorprendo.
Se plantó delante de mí, honesta y vulnerable, luchando por esto que sabe que las dos sentimos. Diciendo que le da igual todo mi pasado y que está dispuesta a estar a mi lado en los buenos momentos y también en los malos.
Y me rendí. Porque quiero ser feliz, quiero ser yo. Porque la quiero, quiero estar junto a ella y quiero que me inunde con su luz.
Hubiera vuelto a besarla, de no ser por el maldito móvil. Hugo buscando las rendijas para seguir en mi vida. Pero me encargaría de mantenerle lo más lejos posible de ella, de nosotras.
![](https://img.wattpad.com/cover/345677449-288-k298228.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ya nada volverá a ser como antes
FanfictionAlgo ha cambiado en Luz desde la llegada de Ainhoa al Hotel La Sierra. Una realización que le ha pillado de sorpresa y para la que solo tiene una certeza: ya nada volverá a ser como antes. Un recuento desde la perspectivas personales de las chicas d...