Se viene...
José Antonio parecía estar hoy de recadero, no le había visto tantas veces en mi cocina. Esta vez el aviso era para mí.
La preparación del servicio estaba en marcha y apenas quedaba una hora para que el restaurante abriera sus puertas. Luz todavía no había vuelto de recepción, lo cual me extrañó, pero José Antonio me dijo que estaba hablando con su madre.
Fui a recepción a ver de qué se trataba, me imaginaba que sería alguno de los proveedores habituales, sin embargo, el que estaba allí esperándome era Martínez.
Era un chico un poco peculiar, pero parecía un buenazo. Me empezó a hablar de algo del DNI, que había un problema con mi certificado electrónico, nosequé que había caducado y que si quería, me acompañaba al cuartel a renovarlo, llegaría de sobra para empezar el servicio.
Fue tan insistente y me aseguró tanto en que solo sería un momento que fui a quitarme la chaquetilla y ponerme la ropa de calle, mientras Martínez me dijo que me esperaba fuera. Pero cuando salí, no era él quien estaba en la puerta del hotel, apoyado en el coche oficial.
"Hola, nos han llamado de un aviso, nada... un pequeño altercado, una cosa sin importancia, y se ha acercado Martinez." Javier me explicó, abriendo la puerta del copiloto para mí. ¿Iba a conocer a toda la Guardia Civil hoy? "Pero no pasa nada, Ainhoa. Esto lo arreglamos en un pispas y te traigo de vuelta al restaurante."
Me monté en el coche con el Sargento de la Guardia Civil y padre de mi novia, no sé cuál de los dos títulos me daba más vértigo, y empezó a conducir por las calles del pueblo. La verdad es que no conozco Vera mucho, pero me parecía que el cuartel no estaba tan a las afueras.
Empezaba a preocuparme mirando a mi alrededor cuando Javier rompió el silencio y paró el coche. "A ver... Parece ser que Luz y tu vais en serio, ¿no?"
¡¿Qué era todo esto?!
"Eh, Javier, espera, a mi Martinez me ha dicho que esto era por un problema del carnet." Intenté razonar, aunque cada vez me sentía más en una encerrona.
Él intentaba apaciguar. "Sí, y lo es, hay un problema con tu carnet. Eso es verdad. Lo que no es verdad es que recojamos a cada ciudadano que tiene ese problema para llevarlo a que lo solucione. Eso no es verdad. Esto es una excusa para charlar."
"Un secuestro." Le dije casi sin aliento. No quería que se ofendiera, pero que un hombre me metiera en un coche y no me dijera a dónde íbamos me recordaba a alguna situación en que por abrir la boca y enfadarle, acabé en medio de la nada intentando volver a casa sola.
Empezó a negar con la cabeza. "No, no, no, no pienses así. No, no." Me recordaba un poco a su hija aturrullándose nerviosa y me dejé tranquilizar por ese otro recuerdo. La bondad de Luz era heredada. "Es que yo no sabía si... Joe, a ver, Ainhoa, a lo que voy. Esto de que Luz tenga novia es nuevo. Osea... Ojo, eh, ningún problema, ¿eh? Yo soy muy abierto, ole ole y ole por vosotras ole, ole pero es nuevo."
"Me hago a la idea." Empezaba a entender por dónde iba todo esto y, a pesar de creerlo totalmente innecesario, porque Luz es una mujer capaz de tomar sus propias decisiones, me daba algo de ternura. Y su insistencia porque entendiera que no tenía problema porque saliera con una mujer, me hacía también un poquito de gracia.
Él siguió, algo más tranquilo, intentando explicarse. "Claro, entonces yo con los novios que ha tenido Luz, muchos, pocos yo ahí no entro porque soy muy abierto, vuelvo a decirlo... Pues yo y Martinez hicimos esto de la operación coche oficial. Y consiste en subir al novio en cuestión, normalmente un chaval que yo no conocía demasiado y tal y bueno, hacer un poquito de sargento, acojonarlo, eh, sobre todo en el tema de las precauciones, no sé si me entiendes..."
"Sí, bueno, creo que algo en naturales, me explicaron, sí sí." Participé como pude.
Asintió, sintiendo que ya estaba todo explicado. "Bueno, pues eso es lo que estamos haciendo aquí."
"Vale, Javier." Me atreví. "¿Puedo llamarte Javier o prefieres sargento?
"Durante la operación oficial, sargento, luego ya como quieras."
"Sargento..." Intenté decirle sin que se ofendiera. "¿Sabes que llevarte a la novia de tu hija, en coche, engañada, a las afueras, da un poquito de mal rollo?"
Él asintió. "Lo pensé, conste que lo pensé. De verdad, dije verás tú, pero claro a ver yo esto lo he hecho con todos los novios, los chicos, no lo hago contigo por ser chica? Eso es discriminación y yo no puedo ser así porque yo soy..."
"Muy abierto." Me mordí los labios para que no saliera la sonrisa que me provocaba y le di la razón, cada vez más tranquila con él.
Se cercioró de que estuviera bien y aún así preguntó. "Muy abierto, eso es. ¿Bien, entonces?"
"Bien, bien, perfecto." Le confirmé de corazón.
"¿Seguimos?"
"Seguimos."
"Pues ale, a por ello." Giró el contacto y el ruido del coche no fue el esperado. "No me jodas."
"Sargento." Le pregunté, siguiendo sus instrucciones.
"Dime."
Respiré hondo para que mi voz no temblara. "¿Esto es parte de la misión o nos hemos quedado tirados en medio de la nada?"
"Lo segundo." Respondió resignado.
Me mordí los labios y dejé caer mi cabeza, pero no había posibilidad de esconder la carcajada que me había provocado. "Impresiona, sí."
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Ya nada volverá a ser como antes
FanficAlgo ha cambiado en Luz desde la llegada de Ainhoa al Hotel La Sierra. Una realización que le ha pillado de sorpresa y para la que solo tiene una certeza: ya nada volverá a ser como antes. Un recuento desde la perspectivas personales de las chicas d...