Señorita Pasada

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Abrí la puerta lentamente mientras limpiaba mis lágrimas. Así sea el cartero, no puede verme llorando.

Lo miré sorprendida, no creí que volvería alguna vez a acercarse a esta casa, después de ver lo que sucedió la última vez. Traía una bolsa negra consigo.

- Colega. - Sonrió. - Eres justo a  quien buscaba.

- Kyle. - Dije, sin poder hablar más.

- ¿Qué? ¿Es un mal momento?

- Para nada, es sólo que... No esperaba volver a verte. - Me pasé la mano por el cabello de la frente, hacia atrás.

- ¿Aquí?

- Sólo no esperaba volver a verte. - Afirmé, y él me miró.

- Te traje algo. - Abrió la bolsa que traía y miró dentro. - Pensé en traerte flores, pero a ti no t gustan... Así que, decidí mejor traerte otra cosa.

Volvió a cerrarla y me la ofreció, la tomé insegura y miré dentro, tal como él había hecho.

Habían dos libros forrados en plástico, lo que quiere decir que están recién comprados, y la bolsa, hasta la mitad, estaba llena de dulces, caramelos, gomitas, paletas, chocolates, todo.

- Kyle... 

- Tengo entendido que esto si te gusta.

- No puedo aceptarlo.

- Claro que puedes, sólo tómala como mi disculpa, porque además... Eso es lo que es.

- Te lo agradezco. - Sonreí.

- ¿Puedo pasar?

- Pasa. - Me hice a un lado, y cuando entró, cerré la puerta detrás de él.

- Aquí huele muy bien.

- Es la comida, a la que no te invitamos. - Dijo Andy en respuesta, cuando vio a Kyle.

- Andy, él es.

- Sé perfectamente quién es.

- Quiero disculparme por lo del otro día. - Le soltó y Andy se cruzó de brazos, tratando de reaccionar.

- ¿Qué?

- Sé que no debí comportarme así, y aún más, sin motivos, por eso vine a disculparme, estoy muy avergonzado por mi comportamiento. 

Andy se quedó serio y boquiabierto, no esperaba eso, o al menos eso creo.

- ¿Es en serio?

- Aceptamos tus disculpas. - Hablé por los dos y Andy me miró.

- Hayden tiene razón. - Andy me abrazó por la espalda y me besó en la frente. - Te perdonamos.

Kyle agachó la mirada y se mordió el labio.

- También quería disculparme con tu padre. - Bajó la voz, ¿Qué le pasa?

- Él llegara mañana, hoy tenía un turno que cubrir.

- ¿En que trabaja?

- Es policía... - Sonreí, recuerdo cuando jugaba conmigo cuando era pequeña.

Me cargaba sobre sus hombros y hacía ruidos de patrulla, diciendo que iríamos a buscar a algún criminal.

- Eso es excelente. Yo quiero ser policía.

- ¿De verdad? - Di un paso, soltándome sin querer del abrazo de Andy.

El bufó y desapareció de la habitación.

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora