Señorita Quinta

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El concierto terminó, no sin haberme dejado perturbada, ¿Qué está haciendo este niño?.

Me invitó a pasar el rato en una fiesta, y acepté, sólo por el hecho de que quiero hablar con él, poner las cosas en claro.

Llegamos al lugar, un parque abandonado, bastante alejado de la ciudad, pusieron música a todo volumen y poco a poco la gente empezó a llegar, de pronto, cada persona tenía ya en sus manos un vaso con cerveza o con algún tipo de alcohol, todos felicitaban a los cuatro muchachos de la banda, y las chicas no se hacían esperar, esperaban que les firmen todo, inclusive y dos de ellas, querían que todos ellos les firmaran el pecho, de hecho, el chico que según sé, se llama Jack se llevó a una de ellas.

Notificación, saqué mi celular de mi bolsillo, la previa de la noticia decía algo como: ¡Escándalo! Kyle Andersen y la misteriosa chica del motel.

Abrí la página y varias fotos, junto con la opinión de la reportera, indicaban que Kyle se había metido con otra.

Vaya amor el que tanto me tenía, lo que me dio algo de pena fue el final del artículo.

"¿Este será el decisivo final de Kayden? La pareja que todos creíamos perfecta, espero que ella esté bien".

- Tenga. - Apareció Adam, bloqueé el celular y lo escondí al instante. Me entregó una botella de jugo, cerrada, él tenía su vaso con cerveza. - ¿Qué hacía?.

- Trabajo, no es nada. - Negué con la cabeza mientras intentaba pensar en como debería sentirme con eso. - Gracias. - Destapé la botella y bebí de ella.

¿Es cierto?.

- ¿Le gustó?. - Estábamos en la parte de arriba de aquel lugar, el bullicio y la gente estaban abajo, nosotros estábamos por nuestro lado.

- Si, fue excelente, tienen mucho talento y potencial.

¿Y qué si no?.

- La última canción... - Le miré y él sonrió. - ... Es para ti. - Mi mente se puso en blanco.

- No me di cuenta cuando me señalaste. - Bromeé.

- Es que... - Bebió de su vaso. - ... No sé que hace en mi...

- Bueno, empecemos por quitar el "usted" de nuestras conversaciones, ¿Vale?. - Algo que me había atormentado tanto con Andy, era tan simple con él.

- Es que... - Rió levemente. - Es verdad, pero, tardaré en acostumbrarme.

- Está bien. - Sonreí y bebí un poco más, ese jugo estaba delicioso, es una mezcla de frutos rojos.

- No se que me causas Hayden. - Soltó de una vez. - No sé que mueves en mi, pero, quiero averiguarlo, y es por eso que no puedo dejarte ir. - Me acorraló contra la reja. - Hayden...

- Adam. - Dije, intentando ocultar lo nerviosa que me pone la cercanía de las personas.

- Me gustas Hayden. - Dijo sonriendo. - Es más fácil decírtelo con esto encima. - Levantó el vaso con cerveza para que pudiera verlo y reí.

Negué con la cabeza y le miré.

- No Adam.

- ¿No qué?.

- Solamente no. - Afirmé nuevamente.

- Pero, no puedes decirme que no...

- Acabo de hacerlo.

- No, enserio no puedes, no puedes rechazarme sin siquiera considerarlo antes Hayden.

- Adam, tengo novio.

- ¿Y?, sé que no lo amas. - Soltó de repente.

- ¿Qué?. - Lo miré con los ojos totalmente abiertos, anonadada. - ¿Qué acabas de decir?.

- He investigado sobre ti... - Agachó la mirada. - Porque realmente me interesas, y... He visto las entrevistas, lo he visto todo, cómo actúas cuando estás junto a él, cómo lo miras... Es totalmente distinto a cómo mirabas al tipo de la otra vez. - Abrí los ojos con preocupación. - Pero, también es distinto a cómo me miras a mi.

- Adam, hablo enserio. - Me abrazó. - ¿Adam?.

- Sé que también te gusto. - Me apretó un poco más. - Y si no, por lo menos sé que algo te causo, que al menos te intrigo, que... Que te inquieto. - Me tomó por la cintura.

El toque de sus manos es frío, a diferencia de las de Andy... Me sentí culpable en ese momento, me sentí pequeña, diminuta, como si estuviera haciendo algo malo ante los ojos azules que amo con locura.

Culpable, así es como me siento, porque no me siento atemorizada ni siquiera por lo que podría pensar o hacer el chico que se supone es mi novio, por Kyle es por quien debería estar preocupándome, y en lugar de eso, es Andy quien ocupa mi cabeza.

¿Acaso se están burlando todos de mi?.

En cuanto me di cuenta, una lágrima recorrió mi mejilla rápidamente, abrí los ojos, atónita, porque no sabía siquiera, que estaba llorando, me miró con los ojos encharcados y besando mi mejilla, me dijo.

- No voy a dejar que nadie más te haga llorar.

Me dio un beso, quise separarme, pero, me sostuvo, tomándome por la nuca.

- Adam... - Pedí.

- Dame otra oportunidad.

- Adam, eso no puede ser.

- ¿Por qué no?. - Se separó un poco de mi, lo suficiente como para que mientras hablaba, nuestros labios no se rozaran.

- En primera. - Vamos Hayden, piensa. - Tengo novio.

- Novio que no amas.

- Si lo amo o no, no es asunto tuyo, tú no sabes lo que siento.

- Pero, tengo razón. - Torcí los ojos y él sonrió.

- De igual, estoy con él, tengo un compromiso con él como novia. - Aunque él haya faltado al mismo, metiéndose con una cualquiera en un cuarto de un motel.

- No es suficiente para querer alejarme de ti. - Dijo, con una sonrisa ganadora en su rostro. - ¿Algo más?. - Me apegó más a él, por mi cintura.

- Ah, segundo. - Dije, tratando de inventar algo. - Ah, si. - Rió. - Eres menor de edad, por tu culpa yo podría ir a la cárcel, y tú no quieres eso, por favor, yo podría ser tu madre. - Soltó una sonora y linda carcajada.

- ¿Cuántos años crees que tengo?, más bien, ¿Cuántos años tienes?.

- ¿No que averiguaste?. - Sonrió. - Tengo veinticuatro años. - Volvió a carcajearse.

- ¿Mi madre?, ¿Qué?, ¿Me pariste a los seis años?. - Levanté una ceja y le miré,

- ¿Cuántos años tienes?. - Dije ahora extrañada. - Estás en el colegio, y te falta un año para graduarte, entonces... - Negó con la cabeza. - ¿No eres menor de edad?.

- No, dieciocho años Hayden, soy legal para ti, y tú para mi, no tienes ninguna otra excusa.

Andy me engañó una vez...

- Pero, Adam...

- Por favor, sólo dame una oportunidad.

Ahora Kyle había vuelto a hacerlo.

- ¿Una oportunidad de qué?.

No quiero escuchar que me diga lo mismo, las mismas cosas que Kyle me dijo, que me prometió, que dijo que haría, no quiero escuchar que va a reemplazar a Andy... No puedo, no quiero.

- Una oportunidad de demostrarte que soy digno para ser amado por ti.

Andy va a casarse con la que es su novia desde hace más de un año.

- No sabes lo que es el amor, eres un niño.

El camino para mi se acabó.

- Si no sé que es el amor, entonces... - Enredó su mano en mi cabello, su frente y la mía se juntaron, su respiración, su piel está helada. - Enséñame.

Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora