- ¡Ah! - Grité. - Espera...
Al parecer me ignoró, porque, mas bien, se agarró con fuerza de la cabecera de la cama y comenzó a embestirme con más fuerza.
- Hayden... Te am-mo - Tartamudeó sobre mis labios antes de besarme, y sus embestidas aumentaron.
Enredé mis dedos en su cabello y tiré de él con fuerza, haciéndolo jadear, al parecer, eso lo estimulo, porque aumentó en seguida el ritmo de sus embestidas.
- Ya... No puedo... - Jadeo un par de veces mas, hasta que con una dura y rápida embestida, se quedó quieto, me había llevado y había llegado también al extasis.
- Eres... Irresistible Hayden Hunter.
- Y tú insaciable.
- Contigo si. Es muy difícil que pueda resistirme. - Besó mi frente. - Siempre necesito tenerte entre mis brazos.
- Creo... Que es mejor que paremos... No hemos dormido nada y ya es de madrugada.
Sonrió.
- En alguien debía caber la cordura, suerte que fue en usted, porque yo amo enloquecer por su culpa.
Lo abracé.
- ¿Me estás llamando cuerda? - Sonrió y mordió su labio, acaricié su nuca con mis dedos.
- Así es, me atreví. - Giró conmigo encima de él y quedé a horcajadas sobre él. - ¿Qué hará al respecto?
- Te diré lo que haré al respecto. - Coloqué sus manos en mis caderas y me agaché para poder besarlo.
Sus manos bajaron rapidamente hasta mi trasero y lo apretó contra si, hundiéndose de nuevo en mi.
- No debiste hacerlo. - Miraba mis labios.
- ¿Por qué no? - Gemí, levantó sus caderas rápidamente, clavándose completamente en mi.
- Hayden Hunter... No creo que no entiendas esto.
- Entiendo que me desquicias. - Me tomó por mi cabello y lo jaló, haciendo que mi cabeza, irremediablemente, se echara hacia atrás, y comenzó a embestirme, lenta y suavemente, torturándome con cada movimiento.
- Volverte loca es una idea que me encanta. - Mordió mi labio y seguido, me besó.
Creo que definitivamente, hoy no dormiremos.
(...)
- Dame un beso. - Pidió frente a la puerta de la casa de mi padre.
- ¿Un beso?
- Bueno, dame cinco y me voy. - Sonreímos y él, discretamente, tomó mis manos.
- No me refería a eso. - Lancé mi corto cabello hacia atrás. - No necesita pedirlos, puede obtenerlos cuando quiera.
- Y eso me alegra en sobremanera.
Se agachó y cuando ibamos a besarnos, un carraspeo de garganta en la puerta nos detuvo.
- Me parece que no quedamos en una hora fija, pero era más que obvio que debía volver a casa. - Se cruzó de brazos y nos miró mal.
- Papá, lo siento, se nos hizo tarde y...
- Entren, Caroline está preparando desayuno. - Dijo seco y entró.
- ¿Cree que va a matarme?
- No, nunca lo haría.
- Espero.
Entramos y un aroma deliciosa nos invadió.
- Preparé huevos y tocino. - Sonrió Caroline, sirviendo en cuatro platos distintos.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Hayran Kurgu- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...