- Quiero disculparme. - Hoy desperté mucho mejor, bueno, no mucho, pero, si mejor.
- ¿Por qué? - Tom habló.
- Como les hablé ayer... Como me comporté. - Miré a Will. - Lo lamento.
- No tienes que disculparte, Hayden. Estás en una situación en la que nadie quisiera estar, quisiera poder librarte de esto, todos quisiéramos.
- No tendrían porqué.
- No mereces esto, Hayden.
- No, pero, así es.
- Hayden...
- Yo, de hecho debo ir a trabajar... No avisé que no asistiría ayer, mi hijo debe estar preocupado y...
- ¿Tienes un hijo? - Preguntó William sorprendido.
- Si. - Sonreí.
- Vaya. - Sonrió. - ¿Cómo se llama?.
- Dominik. - Tom, a su lado, comenzó a reír.
- ¿Qué tiene? - Lo miré.
- Toreto, es sólo que... - Rió. - Dominik Toreto, ¿Sabes quién es?
- No, no tengo idea. - Froté mis manos, es un día frío.
- ¿No has visto Rápidos y Furiosos? - Abrió su boca, casi hasta el piso, como si de pronto me hubiera salido una cola.
- No, no soy mucho de películas, soy más de libros.
- Tengo que hacerte fan de Rápidos y Furiosos. - Me miró sonriendo.
- ¿Y tú? ¿No vas a decir nada sobre el tal "Toreto"? - Me dirigí a Will.
- No, de hecho... Yo tengo un recuerdo muy malo sobre ese nombre...
- ¿Cuál?
- También es una película.
- ¿Cuál es? - Preguntó su hermano, dándole una mordida a su sándwich.
- Sala Samobojcow. - Ambos lo miramos sin entender.
- ¿Qué clase de nombre es ese? - Se rió Tom.
- Es bastante trágica, en inglés es Suicide Room.
- Por favor no digas más. - Cerré mis ojos al instante.
- Lo siento, no quise...
- No te preocupes... - Sonreí. - No importa.
- ¿Su otro nombre?
- Donatello. - Sonreí con ternura, recordando como se ríe cuando lo llamo así.
- Las Tortugas Ninja. - Dijeron al tiempo y yo los miré.
- No. - Sonreí. - Donatello. - Dije, como si fuera lo más obvio del mundo, pero, ellos parecieron no entender. - Hubo un artista, un escultor italiano, del Renacimiento si no me equivoco, es maravilloso, y su nombre era Donato di Niccolo, mas, se hizo conocer como Donatello.
- Hayden, ¿Acaso acabas de darme una lección de historia?
- Probablemente. - Sonreí.
- ¿Desayunarás?
- No, ya voy tarde para el trabajo, si puedo, compraré algo en el camino.
- ¿Segura? - Asentí.
- ¿Le dijiste a Ryan? - Volví a asentir.
- ¿Pueden cuidarlo por mi?
- Claro.
Salí de la casa luego de un rato, vestida con una camisa que encontré en el armario de Alice, casual, pero, bonita, junto con unos jeans negros, que estaban en la maleta que traje y botas de tacón cuadrado.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...