- Buenos días. - Escuché que me dijo, desde donde parecía que estaba muy muy lejos, cuando abrí los ojos me di cuenta de que era por obra y arte de que estaba despertando, ya que Andy estaba justo a un lado de mi, con su pierna y su brazo sobre mi.
- Buenos días. - Sonreí, y me volteé para abrazarlo.
- Hoy tenemos un grandioso día. - Besó mi mejilla.
- ¿Si? ¿Por qué?
- Porque es otro día contigo Hayden, porque estamos juntos, felices y comprometidos. - Enumeró con sus dedos. - Además debemos empezar a planear la boda.
Sonreí sin poder evitarlo.
- Eres muy hermoso, ¿Lo sabías? - Estaba despistado en cuanto se lo dije y, entonces volteó a verme.
- No, ¿Por qué? - Reí, y me moví para quedar sobre él y lo abracé.
- Porque lo eres. - Tenía el cabello despeinado, los ojos un poco hinchados porque como yo, acababa de despertar, y su sonrisa, su sonrisa es lo más hermoso que yo en la vida puedo ver, acaricié su rostro, suave, muy suave, ¿Cómo lo lograba? No tengo idea, metí mis manos entre los mechones despeinados de su cabello y empecé a jugar con él.
- Tu también lo eres. - Me levantó el rostro, tomándome por mi barbilla, nos miramos unos instantes y enseguida nos besamos. - Te amo.
- Yo también te amo Andrew Biersack. - Sonrió.
- ¿Y esa formalidad? - Reí y le besé esa preciosa sonrisa.
¿Es así como voy a despertar todos los días?
Porque juro que puedo acostumbrarme.
- Te amo. - Me abrazó con más fuerza.
No hay otra manera en que yo pueda despertar.
Así se nos fue parte de la mañana, hasta que decidimos levantarnos, desayunar y alistarnos para lo que nos deparaba el día.
- ¿Te duchas primero? - Dije, dándole la espalda mientras abría mi armario para ver que me pondría.
- ¿Nos duchamos juntos? - Apareció por detrás, acariciando mi cintura, bajando sus manos y ahora sosteniendo con fuerza mis caderas.
- Andy. - Me había sorprendido. - Vamos, ve a ducharte. - Dije, riendo.
- Ah, por favor. - Rogó, mientras besaba mi cuello y me abrazaba, reí, me causaba muchas cosquillas.
- No Andy, tenemos que hacer muchas cosas hoy, no hay tiempo.
- Será rápido.
- Claro. - Me volteé para verlo a la cara. - Porque siempre has durado poco, y podemos hacerlo rápido. - Ironicé.
- Amor, ¿Ese fue un cumplido? - Me crucé de brazos y lo miré, con una ceja arqueada. - Te ves muy sexy así, así que lo tomaré como un si.
Se aproximó rápidamente y me tomó en brazos.
- ¡Andy! - Grité.
- ¿Si, mi amor? - Sonreía descarado, colocó su mano en mi nuca y me pegó a él por completo, para darme un beso, de esos en los que te tiemblan las piernas y sólo quieres tener a la otra persona más cerca.
Imposible.
- Andy. - Le llamé una vez que me colocó sobre la cama.
- Amor. - Se colocó entre mis piernas y me tomó por la cintura mientras besaba mi cuello, punto a su favor, estaba convenciendo a mi cuerpo.
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Señorita Inocencia: La Ironía de Nombrar. [Andy Biersack y tu] Segunda Temporada
Fanfiction- Jamás creí que llegaría a referirme a ti a manera de sarcasmo Hayden... Ya no eres tú... - Sigo siendo yo... - Le grité molesta y frustrada. - No, no de la que me enamoré...